Hay algunos que no aprenden. Cierto que hoy en día nadie sería capaz de soportar una investigación en profundidad de su teléfono, no hace falta ser infiel ni político, pero resulta tan patético como torpe lo de algunas llamadas amenazando para que «no te olvides de cómo consiguió tu hijo ese trabajo» o que «lo puede perder en cualquier momento» o «no te sabes quién tiene que firmar esa subvención». Ya empiezan a llegar a las redacciones algunas grabaciones. Los grupos de Whatsapp tienen mucho peligro y, como todo el mundo sabe, los periodistas también.
Lo más leído