Cuando estás en la habitación, justo antes de que te vengan a buscar para bajarte a quirófano, te aplican un Orfidal. Cuando cenas y vas a dormir, te atizan otro Orfidal. Tienes que hacerte una prueba para la que tienes que estar parado durante cinco minutos y, claro, te suministran otro Orfidal. A veces entrar por la puerta, das los buenos días, y te dan un Orfidal. No en vano ya hay leoneses que lo llaman Orfidal Universitario de León.
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