Pues ya tenemos nuevo candidato a cacique del Bierzo. Tenía físico y talento para triunfar en el deporte pero lo que no tenía era ambición, ganas de esforzarse por mejorar, así que, con esos mimbres, pues se hizo político, claro, porque resulta que, para sorpresa de nadie, se gana mucho más levantando la mano cuando te mandan que corriendo detrás de un balón. Por eso amenaza a los vecinos de su municipio que se atreven a criticar su gestión, sus fiestas privadas en locales públicos, que con el dinero de otros cualquiera es buen anfitrión. Muy caciquil todo, sí.
Lo más leído