Cristina Vega 2

Las dos caras del poder

20/06/2023
 Actualizado a 20/06/2023
Guardar
El sábado se constituyeron los ayuntamientos de España, tras dos semanas de negociaciones y pactos de todo tipo entre las formaciones que concurrieron a las últimas elecciones con más o menos éxito.

Ese mismo día, la ciudad de León viajó al año 1188 durante el acto que se celebró para rememorar las primeras cortes leonesas, reconocidas como cuna del parlamentarismo europeo. El entonces rey, Alfonso IX, tuvo a bien convocar a los representantes del pueblo llano, elegidos en las principales ciudades con voz y voto. Se unieron así a los habituales participantes, pertenecientes al clero y la nobleza. Se desconoce el motivo real que le llevó a tomar tal decisión, pero fue aquella una novedad que terminó sentando precedente.

Las gentes del campo, los comerciantes y demás gremios también tenían algo que decir. Contar con su opinión, o al menos conocerla, fue muy inteligente por parte del monarca.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Esta frase, adagio del siglo I a. C., ha sido utilizada en repetidas ocasiones a lo largo de la historia. Los gobernantes son responsables de decidir el futuro, crear leyes y aplicarlas con el fin de mejorar las condiciones en los territorios a su cargo. Los ciudadanos, por su parte, lo son de elegir a quienes consideran más capacitados para tales funciones. Aunque la anterior cita se puede aplicar en distintos ámbitos, no solo en política.

Por ejemplo, a nivel laboral, los jefes tienen la responsabilidad de gestionar sus empresas y los empleados la de cumplir con sus cometidos. Teniendo en cuenta, eso sí, que ambas partes son imprescindibles para que todo funcione. Y que se trata de personas con nombre, apellidos y vida propia, no simples números.
Cada cual desempeña un papel.

El problema surge cuando se otorga un poder de cualquier índole a quien no respeta a los demás y carece de escrúpulos a la hora de obtener algún beneficio para sí. Esto significa abrir de par en par la puerta del gallinero al mismísimo raposo.
Lo más leído