28/05/2024
 Actualizado a 28/05/2024
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Las jornadas de Novela, Crimen y Misterio, celebradas en el Aula de Cultura Renta 4 León ‘Invierte en ti’, y organizadas por el Departamento de Filología Moderna de la Universidad de León, en el ámbito de la Feria del Libro, han sido un éxito: por los organizadores –Miriam, María José, Cristina, Marta, Sara y Marta–; por los escritores, que no solo han presentado sus libros sino que también nos han hecho reflexionar sobre el suspense y el crimen; y por un público –casi siempre femenino– que en varios momentos ha abarrotado la sala constatando que nos encontramos ante un género muy vivo.

Hemos aprendido que la novela negra –detectivesca, de crimen, de suspense, de investigación, policíaca– a los jóvenes –incluso a los que leen poco– les engancha, sabiendo que necesitan más dosis de acción y menos de psicología y de investigación. Pero ¿dónde evoluciona este género si los motivos por los que se muere son los mismos? En cómo el peligro alcanza a la víctima, en la conveniencia o no de empatizar no solo con la víctima sino también con el presunto agresor. Son novelas que ayudan a provocar conversaciones, porque «hay que hablar de todo». Hemos aprendido que Unamuno –«que sabía de todo y todo le interesaba»– no solo buscaba la verdad, sino que también tenía la necesidad de proclamarla, aun a costa de su honor o de su vida. O que la novela negra hace muy rentable al cine en esta sociedad donde no hay «demasiada reflexión en torno a la maldad» y «existe más tolerancia a la violencia». Que, como género de ficción, el lector no admite moralina (sí la acepta en la ideología). O que falta humor. O que en la destinada a los jóvenes hay líneas rojas como hablar de suicidio, mejor decir «quitarse la vida».

Nos han contado sus experiencias, cómo y por qué escriben; en muchos casos «por la necesidad de ordenar el caos». Espero que haya continuidad en estas jornadas que nos acercan a la novela negra y a sus escritores.

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