La comunicación de que la multinacional Indra ampliará su equipo en León a medio plazo, hasta los 400 empleos, marca una tendencia relevante. Se trata de puestos de trabajo ligados en buena medida a la ingeniería. Esta empresa llegó de la mano del Inteco, hoy reconvertido en Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad). El Instituto planea también edificar una segunda torre en su sede de León, lo que indica que crece. En torno a Incibe, además, se mueve un ecosistema empresarial tecnológico capaz de modernizar el tejido productivo de León. También la ampliación del Centro de Supercomputación en la Universidad de León potencia estas capacidades. El conjunto viene a subrayar un papel central de las administraciones públicas para asentar actividades tractoras de la economía. Sin Incibe sería muy difícil que este incipiente ‘cluster hubiese fraguado.
La multinacional citada realiza en su sede leonesa trabajos sobre defensa, simulación, vigilancia remota y ciberseguridad, que se complementan con algunas vertientes de Incibe. En el Instituto público se hacen incluso tareas de información, relacionadas en algunos casos con las labores de inteligencia y contrainteligencia. La potenciación del cuartel de artillería de Astorga, anunciada esta semana por el Ministerio de Defensa, con los nuevos lanzacohetes, abunda en esta línea. Las inversiones requeridas por los nuevos equilibrios internacionales, ligadas a munición guiada, misiles, sistemas de detección o dronización, añade valor potencial al núcleo de defensa ubicado en León. No es menos importante el aeropuerto o el cuartel de El Ferral en este escenario, unas instalaciones multifuncionales ubicadas a un puñado de kilómetros de distancia.
La defensa de los países actualmente orbita en torno a tecnología, inteligencia, innovación e inversión. Hay todo un sector público-privado, altamente cualificado, de importancia creciente y alto valor añadido, que crece y que se ubicará… donde se lo pongan fácil. León está bien posicionado en este entorno mundial para ser un territorio receptor de proyectos. La opinión pública local ve con buenos ojos, en general, esta industria, que tiene presencia en la Región Leonesa hace muchos decenios.
El sector de defensa en León debería ser calificado como estratégico a fin de fomentar inversiones. La competencia corresponde a la Junta de Castilla y León, que ya lo hizo con el sector de fabricación del automóvil, de implantación casi exclusivamente castellana. La declaración de la industria de defensa como estratégica, para la recepción de ayudas públicas especiales, ya habría sido ejecutada por una Autonomía Leonesa.