Jorge Brugos

Leonesismo testosterónico

09/12/2024
 Actualizado a 09/12/2024
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Pasarse de frenada puede hacer que un viaje ilusionante se convierta en tragedia, en un drama con toques de farsa cómica. La exageración en los relatos de los marcos mentales hace descarrilar el tren y muchos lo pierden ante sus ojos. Iñaki Ellakuria y Pablo Planas acaban de publicar ‘Puigdemont: El integrista que pudo romper España’ (La esfera de los libros), y nada más leer el subtítulo uno tiene la sensación de que se está tirando de hipérbole para vender libros. En ningún momento estuvo en riesgo la ruptura de nuestro país, hasta el propio secesionista lo supo, por eso anuló la independencia veinte segundos después de haberla declarado. Era todo un juego de manos, un ilusionismo tan exagerado que era imposible ocultar el truco detrás de un farol; la exageración de unos y otros desactivaron todo calado del imaginario, ni Cataluña se iba a independizar, ni España se iba a romper. La renuncia del realismo en toda causa imposibilita que ese anhelo se haga realidad. 

Cuando los capitalinos vallisoletanos y madrileños se sulfuran con el leonesismo y le ponen a Diez un peluquín encarnando a Puigdemont, calmo las ínfulas estableciendo un abismo entre el ‘procés’ catalán y el movimiento autonomista. Sin embargo, desde Conceyu País Llionés se empeñan en convertirse en una caricatura de esas asociaciones como Òmnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana que fanatizaron los sueños burgueses de unos catalanes. Tanta parafernalia hace que algo tan loable y legítimo (al contrario que los sueños húmedos independentistas) se trunque por los instintos testosterónicos de unos pocos que fanaticen el ambiente. Vigorosidad atenuada, una a la que se le permite una bula en las fiestas del 23 de abril si los músicos que actúan en los conciertos son del interés de los asistentes, con la penitencia sacramental de que se acuda con la bandera de León. Digo yo, que ya que nos ponemos tan mal entonados, esa indulgencia suena a gatillazo, si se quiere sabotear una fecha se asume con todas sus consecuencias. No me imagino a los independentistas haciendo una excepción al boicot de homenaje a la Constitución porque actúa su grupo favorito.

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