noemi4.jpg

De leyendas y nenúfares

23/03/2024
 Actualizado a 23/03/2024
Guardar

El día de San Juan se puede ver cómo destella en el lago Somido, en Las Médulas, la empuñadura de oro de la espada de Roldán, capitán del ejército de Carlomagno. Esto cuenta la leyenda, que asegura que esa espada, Durandarte, está en el fondo del lago. 

Algo tiene de mágico el agua, de misterioso, cuando los ríos, lagos, fuentes y mares son lugares con tantas historias y leyendas. Hay en ellos desde monstruos horribles hasta seres llenos de belleza, como las xanas, esas mujeres seductoras y que a veces también pueden ser malvadas. 

Nadie ha encontrado todavía la espada de Roldán, ni nada que se le parezca, en el lago Somido, pero hay en él otras cosas muy valiosas. Su propio origen, para empezar, que no está ligado a los designios de la naturaleza sino a la historia humana, y se debe a los canales de evacuación de estériles de la mina romana de oro de Las Médulas. 

Pero algo único y creo que todavía bastante desconocido que tiene el lago Somido es que en él existe la única población de nenúfar blanco en la provincia de León, que florece durante la primavera y el verano. 

Lo que ocurre con este nenúfar es que está en peligro porque, como si fueran esas xanas malvadas, hay en el interior del agua unos pequeños seres que lo están devorando. Son animales que no pertenecen a este lugar, pero que han llegado aquí por la mano humana: el cangrejo rojo o americano y la tortuga de Florida.

Hace unos días se inició una nueva campaña de repoblación de nenúfar blanco en el lago Somido. Un par de submarinistas entraron en las aguas del lago, buscaron las plantas afectadas y las sacaron para tratar de conseguir su recuperación. En un par de meses volverán a plantarse en el lago. 

Trataré de volver entonces al lago Somido por si tengo la suerte de ver cómo algunos de esos nenúfares han desplegado sobre el agua los soles blancos de sus flores. Si tuviera el talento de la escritora Rachel Carson tal vez sería capaz de describir su desperezamiento pétalo a pétalo. Como no lo tengo, me limitaré a admirarlas. Y eso será bastante.

Lo más leído