Libertad a golpe de pedal

La libertad de expresión es el ejercicio para que la ciudadanía pueda expresar sus ideas mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción, derecho fundamental recogido en el art 20 de la C.E, después de cuatro décadas de democracia y con la aprobación de la más que cuestionada Ley Mordaza, el gobierno se entrecomilla solo ante el miedo y la sospecha, tomando la vía rápida peligrosamente hacia un estado autoritario. La libertad de expresión que el pueblo ejerce mediante su indignación, expresando continuamente el descontento, nunca debe ser objeto de censura previa aunque contenga faltas de ortografía.

Una ciudad avanza, crece y se desarrolla cuando los servicios públicos son de calidad, las plazas y las calles se adecuan para hacerla más sostenible, respetando el medio ambiente y la movilidad de sus gentes. Que menos que cuando se inician nuevas obras se respete el derecho al tránsito del peatón y a los que circulan con dos ruedas, no debemos dejar pasar la oportunidad de adecuar las calles a un modelo integrador con espacios compartidos y protegidos. Pero son los gobiernos los que no escuchan, no atienden a las demandas de los colectivos indignados, que ante la libertad cuestionada, toman las calles para exigir a golpe de pedal, un carril bici, un espacio libre de vehículos, que para los vehículos ya tienen demasiadas arterias donde circular aunque sea a 100 km como la León-Benavente.

La libertad del pueblo reside en la libertad de expresión para que al grito de todas y todos unidos como los pensionistas, los que defiende la sanidad, la educación, las que defienden que desaparezca la desigualdad, las que luchan porque los derechos sociales, laborales y sindicales sean respetados, los que defienden la solidaridad con los pueblos maltratados y maniatados, tenemos una nueva oportunidad de llenar las calles el primero de mayo, con la palabra en su máximo esplendor antes que nos amordacen y nos condenen al destierro del miedo y del hastío.