1500 personas a principio de temporada en Zamora. 500, el tope de entradas recibidas, en Salamanca. 800 el pasado fin de semana en Lugo. Puede haber habido otras campañas muy buenas a nivel de resultados en la historia reciente de la Cultural, falta media liga todavía como para poner esta en el olimpo de las inolvidables, pero el gran salto, porque no era algo que estábamos acostumbrados a ver en León, está en esos desplazamientos a localidades cercanas.
Yo tengo muy claro que es el reflejo de lo que se está construyendo y que no es anecdótico. «Ya caerán», escuchabas en los primeros meses de liga tras el gran arranque del equipo, pero resulta que tras 20 jornadas sigue en lo más alto. «Ya volverán a ir los de siempre», dicen ahora, probablemente los mismos, respecto a la afición, sin ser conscientes de que en León casi todo aquello a lo que se le pone la etiqueta de temporal acaba siendo definitivo, y no precisamente en el mundo del deporte.
El tema es que no es algo que surja de repente, sino el fruto de lo que se viene fraguando desde más atrás. Ayuda que el actual equipo enganche e ilusione, con buena gente dentro, juego atractivo y un ritmo de puntuación imponente, aunque sería injusto pensar que es sólo cuestión de resultados cuando los 1.500 de Zamora fueron en la cuarta jornada.
Pero es que cada vez hay más gente joven enganchada. Cada vez ves más personas con la camiseta de la Cultural puesta. Cada vez más gente es en primer lugar del equipo de su ciudad y no del Barça, Madrid o Atlético de turno, por mucho que luego simpatices con uno u otro de ellos, algo que particularmente celebro por todo lo alto.
Y de ahí llega que ningún partido en el Reino bajara esta temporada de los 5.000 espectadores. Unas cifras que, para poner en contexto, vale con coger un mes cualquiera y ver cuántas cosas han metido tanta gente en León. Les valdrá con los dedos de la mano para hacer la cuenta.
Hay una generación que para mí está perdida: quien es de la Cultural lo es y quien no irá en el mejor de los casos a partidos concretos, esos señalados en rojo que llenan el estadio por el rival o porque sea una cita señalada. Pero a largo plazo, no son esos los que te dan el impulso que ahora has tenido o la que te permitirá seguir creciendo. Es toda esa nueva que lleva tiempo creándose. Que consume información relacionada con el equipo, lo mete en sus conversaciones diarias enganchando con ello a otros y lo empieza a sentir ya como algo propio.
Y cada vez son más. La llama del culturalismo se está avivando. Y prepárense, porque esto va a continuar creciendo.