Lo que dice la lógica

Siempre he sido partidario de aplicar la lógica en todo lo que hago, aunque tengo la triste sensación de que se trata de una costumbre cada vez menos extendida en esta nuestra sociedad. Ahora que ha quedado atrás la sobredosis de polvorones, nos toca hacer frente a la avalancha de quinielas sobre la reasignación de asientos en los chiringuitos de la cosa pública.

La lógica dice en primer lugar que el candidato de los gaviotos para presidir la Diputación ha de ser el alcalde que dio un paso adelante con el amparo de algunos pesos pesados que desaparecieron cuando poco después tuvo que dar tres pasos atrás. Quizá sea el momento propicio para saldar viejas deudas.
La lógica dice que el alcalde de León tiene derecho a aspirar a la reelección después del marrón que se ha comido en una institución cuyas arcas parecían la casilla negra de ‘La Ruleta de la Fortuna’.

La lógica dice que el peso leonés en Valladolid lo seguirá ostentando el consejero referente de la suma de esfuerzos. Parece que la mano derecha del presidente Herrera ya sabe lo que va a hacer la izquierda y eso ha allanado bastante el camino en la cuestión autonómica.

Esto es lo que dice la lógica y ahora sólo falta que se aplique, que se dejen de lado las filias y las fobias y que los candidatos y las listas no se elijan con la técnica del ‘sipi, nope’, utilizada en el patio de los colegios para cambiar cromos con los amiguetes. Pero como aún no está claro si reinará la lógica, los hay que quieren soplar y sorber a la vez para no quedarse sin un asiento, ya sea en León o en Pucela.