Parece una eternidad, pero tan sólo hace dos años que nos dejó. Recuerdo la última vez que hablé con él, de León y Valladolid, cómo no. Y jamás olvidaré la impresión que me causó cuando lo conocí en 1986 en la vieja redacción de La Crónica, en la avenida Facultad de Veterinaria. Los dos nos dedicábamos a contar historias. Éramos casi unos chavales y él, ya viñetista reconocido, todavía trabajaba en Renfe. Siempre me pareció un tipo fascinante.
A Lolo, José Manuel Redondo García, dibujante, ilustrador, autor de viñetas y cómics, divulgador de la historia de León a través de la magia de sus lápices, le acompañaba un aura especial. Su peculiar estética, sus reconocibles gafas oscuras, ese suave timbre de voz, su humor y una personalidad diferente le conferían un lugar único entre el paisanaje de su querida tierra.
En aquel desaparecido diario tuve la ocasión —gracias a él— de comprender el alcance de una viñeta, algo que no me habían enseñado en la Facultad de Periodismo. Cuando me tocaba situarle en el tema de actualidad del día para que realizara la historieta del periódico, siempre me sorprendía su talento innato para interpretar la realidad de manera sencilla y contundente, arrancándome además una sonrisa.
Estos días Lolo vuelve a estar cerca de nosotros gracias a la exposición ‘Purditrás’, promovida por su hija Laia en la Casa de Cultura de Pinilla, una excelente ocasión para disfrutar de su trabajo y mantener así vivo el recuerdo del enorme ingenio de este ilustre leonés. El destino separó pronto nuestros caminos laborales, pero siempre hubo ocasiones para una divertida charla o una seria parrafada sobre las oportunidades perdidas por sus ‘paisanines’, a los que nos entregó alma, corazón y vida.
A finales de octubre de 2022, Lolo cogió papel y lápiz y se fue a dibujar a otra parte. Allá donde estés, espero que sigas igual. Te echamos de menos, compañero.