Los autónomos

Las nuevas normas de cotización en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social exigen que el empresario autónomo comunique al organismo, a principios de año, su previsión de ingresos netos de la actividad, y a partir de ese dato,calcular la base de cotización y la cuota mensual. Con todos los matices y las excepciones, el sistema persigue que más pronto que tarde el autónomo cotice en función de sus ingresos reales, como ocurre en el Sistema General, y planteado así, parece que no debería de haber mucho que objetar. No obstante, no deja de ser un lío esto de cotizar importes distintos según el momento del año e importes muy distintos de un año con respecto al anterior o posterior, pues en muchos negocios, la regularidad en el ingreso, sería algo deseable pero que pocas veces se produce. En el caso de los agricultores, prever los ingresos netos anuales, a principio de ejercicio, es pura ciencia ficción, pues para empezar, el agricultor o ganadero no sabe cómo va a venir el clima y por lo tanto su influencia en los cultivos, no sabe cómo van a estar los mercados a la hora de vender sus productos, no sabe si va a recibir algún tipo de ayuda y cuándo, y no sabe cuánto le van a costar los medios de producción. Por si fuera poco, al estar en el sistema fiscal de ‘módulos’, que es lo habitual en la mayoría de estos profesionales, no saben que revisión aplicará la Agencia Tributaria a dichos módulos, ya que habitualmente lo hace en los primeros meses del año fiscal siguiente al de la declaración. Por eso, en este momento, cuando el Real Decreto Ley 13/2022 ya está vigente, los autónomos del campo están un tanto desconcertados esperando a ver qué tienen que hacer, y no saben cómo le va a influir en sus cotizaciones ni cómo le va a influir en sus prestaciones futuras. Unas prestaciones que, referidas al campo, son las más bajas del sistema público, y no parece que con esta nueva normativa vayan a mejorar, al menos a corto plazo y de forma relevante. Lo que sí parece es que habrá más burocracia, cómo no.