Cristina Vega 2

Los colores del arco iris

27/06/2023
 Actualizado a 27/06/2023
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Ya llevamos casi una semana de verano. En esta época, en general, tendemos a relajarnos y animarnos. Este fin de semana se ha dado el pistoletazo de salida a la estación estival con la apertura de la mayoría de piscinas municipales. Además, las fiestas en honor a San Juan y San Pedro se extienden por numerosos pueblos y ciudades a lo largo y ancho de la geografía española.

Pero si hay una celebración que colorea el mundo, esa es la del día internacional del orgullo LGTBIQ+.

El 28 de junio, se conmemoran los disturbios de Stonewall, Nueva York, en 1969. La primera ocasión en la que personas pertenecientes a estos colectivos se revelaron ante la represión y la hostilidad sufridas.

Hoy en día, existen varios países donde la homosexualidad es ilegal, en los que se castiga con cadena perpetua o pena de muerte. Como si fuese un delito. Y en el resto aún soportan insultos, agresiones, rechazo, miedo a que se conozca su condición.

Por desgracia, en pleno siglo XXI, muchas mentes cerradas no han seguido la natural evolución de la humanidad. Se han quedado ancladas en algún punto indeterminado del pasado. Incapaces de aceptar las diferencias que observan en los demás, se creen en posesión de la verdad absoluta.

Por supuesto, cada uno tenemos nuestra ideología y nuestro particular modo de ver las cosas. Pero en ningún lado está escrito, hasta donde sé, cuál es el correcto.

Carece totalmente de sentido discriminar a alguien por el mero hecho de ser como es. Aunque claro, las palabras amor y respeto no aparecen en el diccionario de los intolerantes. Y les trae sin cuidado el daño gratuito que causan con sus prejuicios.

Fuera las caretas, cualquiera tiene en su entorno, o conoce, personas LGTBI. No es una moda ni un capricho. Por eso, quien lleva dentro esa fobia injustificada que conduce a proferir frases de odio, a veces auténticas barbaridades, peca de hipocresía.

Y de la flagrante ignorancia del que tira piedras a su propio tejado sin darse cuenta. Allá ellos.
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