02/03/2024
 Actualizado a 02/03/2024
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No son cien, pero como si lo fueran. Su fuerza y perseverancia, al más puro estilo de los trescientos espartanos que consiguieron durante días repeler los ataques de los persas en la batalla de las Termópilas, es lo único que puede explicar que hayan llegado a los cien programas de radio. No dudo que la magia de la radio puede tener algo que ver, pero siendo honesto, las verdaderas artífices de esta gesta son las mujeres de Villaquilambre que están detrás de los micrófonos de Radio Ciami.

Hace una semana estas valientes grabaron su programa cien, un hito del que deben estar más orgullosas de lo que están. Lo que ellas han conseguido no es nada habitual y es digno de elogio. Para qué engañarles, un servidor también está orgulloso de este proyecto porque tuve la suerte de estar con ellas durante los primeros programas aportando mi experiencia en el mágico mundo de la radio. Me siento afortunado de haber compartido esos momentos con ellas y ahora tengo serias dudas de quién aprendió más de quién. Yo sí les pude trasladar mi visión profesional, pero queda en algo residual si lo comparamos con los valores y enseñanzas que ellas me han aportado.

Se lo dije en persona durante la grabación del programa cien y no me cansaré de repetirlo. No son de verdad conscientes de lo que están haciendo. Sólo espero que algún día tengan la ocasión de comprender lo difícil que es haber conseguido darle continuidad a un proyecto de este tipo. En una época en la que los egos, las envidias y los prejuicios campan a sus anchas es complicado encontrarse una iniciativa en la que no importe la edad ni la formación de cada una de ellas. Lo único que realmente importa es que cada viernes se sientan delante del micrófono para, como dice su lema, «hacer visible lo invisible».

Radio Ciami es compañerismo, superación, inconformismo, resiliencia, valentía, tolerancia y así podría continuar varias líneas más añadiendo con rigor adjetivos positivos. Porque eso es precisamente lo que transmiten, positividad. En una sociedad en la que la pestilencia es cada vez más insoportable, encontrarte con proyectos así te hacen volver a reencontrarte con uno mismo y te insuflan importantes dosis de optimismo, tan necesario para no desfallecer ante la involución de la que estamos siendo testigos. 

Gracias por haberme permitido formar parte de la historia de Radio Ciami y de vuestras vidas radiofónicas. Gracias por demostrar que si uno quiere algo y se esfuerza, lo puede conseguir y que la magia de la radio os siga acompañando.

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