Casi todos tenemos problemas, pero algunos cuando no los tenemos nos los inventamos. Los problemas inventados se distinguen de los reales en muchos aspectos, uno de ellos es su tamaño. El problema inventado parece enorme, irresoluble e incapacitante, y sume a su inventor en la angustia. ¿Para qué inventarse problemas si no es para disfrutar de la desesperación esproncediana?
Por el contrario, muchas de las personas que tienen problemas reales no los ven como tales, sino que son capaces de convivir con ellos extrayendo siempre el lado positivo, sonriendo a la adversidad.
Virginia Sáenz de Miera es un mujer extraordinaria, que ha traído al mundo a dos niñas igualmente extraordinarias. María, la pequeña, de 7 años, es autista, pero también inteligente, sincera y perpetuamente inocente. Virginia, de 10 años, se siente enormemente unida a su hermana y valora por encima de todo su bienestar y su integración. Dedica todo su tiempo a cuidar y a enseñar a María, a jugar con ella y a promover que otros niños lo hagan.
Chesterton dijo que «lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa es en ella una maravilla». Por eso tuvo que ser una niña, Virginia, quien percibiera que el autismo es algo mágico que concede a su hermana la capacidad de ver cosas que los demás no podemos ver. De ver lo que Virginia llama «las hadas».
A partir de ahí la pequeña Virginia ha sido capaz de escribir y dibujar «María, la niña mágica en el mundo de las hadas», editado por Círculo Rojo. Se trata de un precioso cuento destinado a acercar el autismo a los demás niños, y a enseñarnos a todos a ver su lado positivo, su lado mágico, porque magia tiene que ser lo que mantiene permanentemente la sonrisa en las caras de la madre y de la hermana de María, en medio de un mundo en el que las sonrisas se prodigan tan poco.
Conocer a estas hermanas, y a su increíble madre, es un modo estupendo de aprender a afrontar las dificultades, y la mejor terapia para los que a veces nos inventamos los problemas. Quien quiera hacerlo tendrá la oportunidad el próximo lunes 20, cuando la pequeña Virginia firmará «María, la niña mágica en el mundo de las hadas» en la Feria del Libro de León.