web-luis-gray.jpg

Martínez el Facha

16/06/2024
 Actualizado a 16/06/2024
Guardar

¿A quién no le gustaría ser un protagonista de la serie Friends? Son simpáticos, guapos, neoyorquinos y siempre encuentran libre el único sofá de la cafetería. O de Big Bang Theory, frikis que ligan. Gratifican mucho las series. Nos hacen partícipes en entregas de vidas y entornos que querríamos nuestros y nos dejamos convencer por el lustre de su puesta en escena y caracteres. El embeleso es mayor cuanta más verosimilitud aparentan, cuanto más se apartan de la realidad sin abandonarla del todo. Un publicista apuesto a lo Mad Men o un delincuente melancólico a lo Peaky Blinder nos parecen irresistibles.

Luego apagas la tele, abres el periódico o las redes y te topas con Martínez el Facha. Historieta firmada por Kim y publicada por ‘El Jueves’, ‘Martínez el Facha’ está protagonizada por un grupo de personajes que hoy llamaríamos ultraderechistas. Divertía porque se surtía de andanzas basadas en un tipo de gente en retirada, franquistas vetustos y fuera de lugar sin pudor en alardear de ello. Era como cachondearse de los romanos de Astérix. Poco podía sospecharse que se trataba de una serie de ciencia ficción, un cómic sobre el futuro.

Las viñetas de Kim cuentan con un reparto que se reconoce enseguida: el empresario explotador, emprendedor y referente, el facha advenedizo que aprovecha la política para turbios negocios, el joven de revelador bigotito, el sacerdote tragaldabas y argentino, el yerno golfo, el banquero sin escrúpulos, etc. La realidad ha adelantado por la derecha tales caracteres y el bueno de Kim no pudo imaginar hasta dónde ha llegado el esperpento y la vergüenza. Nadie podría. El embustero cibernético, el vicepresidente racista, el trumpista, el conspiranoico, el gerifalte de chiringuito, el negacionista… Abundan las variantes de aquellos perfiles.

Que esa tropa esté poblando el parlamento europeo no solo es, por desgracia, cosa de este país nuestro, tan propenso en convertir a García Berlanga en profeta. Que en Alemania los nazis hayan quedado segundos o en Francia y Austria primeros convierte al señor Martínez en un adelantado a su tiempo, aunque su tiempo sean los años treinta de hace un siglo. Es posible que tal ascenso se pueda imputar en parte a los grandes partidos, conservadores y socialdemócratas, así como al chasco de una izquierda cainita, fracasados en atender inquietudes que se vuelcan ahora en solucionadores como el Señor Lobo, de Pulp Fiction. Ayuda menos la normalización de partidos que hace poco se consideraban abominables y ahora una opción válida para gobernar –bien por los gaullistas franceses–. Muy poca gente querría figurar en una serie como Martínez el Facha, con su tono esperpéntico, por eso sus protagonistas se están acicalando y remozan sus arengas, pero viene a ser lo mismo de siempre. Solo falta saber qué serie querrá interpretar esa multitud de ciudadanos que aún no encuentra un lugar en las urnas.

 

Lo más leído