Jorge Brugos

Mi sanidad es peor que la tuya

13/05/2024
 Actualizado a 13/05/2024
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Viendo el panorama con perspectiva histórica, usando el pensadero que utilizaba Harry Potter para refrescar los recuerdos vividos pero olvidados, uno se da cuenta de que en nuestro país todo está envuelto por un realismo mágico que dota de una apariencia de cambio lo que se perpetúa año tras año. Nuestros dirigentes sacados de Hogwarts que se prodigan en practicar el ilusionismo se encargan de engatusar al personal con promesas mientras se enzarzan en debates y hechizos formulados para manipular la realidad. Se lanzan conjuros entre sí, se desafían, y mientras tanto lo que de verdad importa se sigue sin solucionar. 

Lleva ya un tiempo haciéndome mucha gracia la situación de la sanidad, incredulidad jocosa barnizada de una reforzada preocupación. Los dirigentes se afanan en echarse la culpa unos a otros, en soltar el lastre de la pesada carga que supone su gestión por parte de las Comunidades Autónomas. Todos dicen tener la solución, todos dicen ser los cocineros de las grandes recetas que condimentarán la amarga sensación que genera el empeoramiento de nuestros centros médicos; una vez probadas las mieles de la mejor sanidad del mundo (o eso decían) nadie quiere empeorar su calidad de vida. José Antonio Diez ha achacado la alta mortalidad en León a la delicada situación de la sanidad en la región. El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ha dicho que no se meta mientras su mismo gobierno bloquea la llegada de la carrera de Medicina a la ULE. La pescadilla que se muerde la cola. En Alicante ocurrió algo parecido hasta que la presión erosionó la muralla política y mental que impedía traer el grado a la ciudad.   

El terremoto sanitario tiene réplicas en todas las regiones, es más, les propongo hacer el ejercicio de rastrear cual es una de las mayores preocupaciones de los vecinos de cada autonomía y verán que la sanidad está entre una de ellas en las diecisiete. El dirigente que prometa fórmulas infalibles les miente, el único truco que podría destaponar el colapso está en devolver (aunque sea temporalmente) su administración al Estado. 

¿Hay algún médico en la sala que pueda curar nuestra sanidad?    
 

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