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Moción amodorrada

25/02/2024
 Actualizado a 25/02/2024
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Hoy hace ocho días, este periódico publicaba una entrevista con el vicepresidente segundo de la Diputación y alcalde de Villaturiel, el leonesista Valentín Martínez, quien, entre otras cosas, señalaba que el Partido Popular sigue dividido en el Palacio de los Guzmanes. ¿El motivo?, «su forma (descoordinada) de hacer oposición», decía. Y quizá tenga toda la razón y nada más que la razón. Entretanto, bien es cierto que, por ahora, en la sede del gaviotín impera el silencio de puertas afuera. Nadie dice esta boca es mía. Una balsa de aceite al lado del Bernesga. Y es una buena fórmula para no dar que decir. Pero todo se andará. Las ambiciones, pese al cliché de ‘buen rollito’ entre unos y otros, no han aflojado jamás.

Aun con ello la patata caliente del mandato diputador la tiene la Unión del Pueblo Leonés. De la moción a favor de la autonomía para abandonar Castilla no se sabe nada. Y ese es uno de los puntos fundamentales del pacto con los socialistas. En esta cuestión, Martínez se escapa por la gatera porque, como es natural, conoce el paño. Con las excepciones al caso, ni el PSOE y mucho menos el PP están por la labor. Que corra el aire. Y el minutero. Durante los últimos cuatro años, con Eduardo Morán en la presidencia de la institución provincial, la tomadura de pelo fue constante. Ha pasado el tiempo, nuevo periodo corporativo, y el texto sigue sin llevarse a Pleno. Y ni se le espera. 

Allá por septiembre del pasado año, el secretario general de los leonesistas, el procurador y alcalde de Cistierna, Luis Mariano Santos, avanzaba que no había un calendario previsto para que los diputados (y diputadas, faltaría más) debatieran la moción. Mal asunto. Y, además, comulgaba con la promesa de Gregorio Álvarez Courel, el actual ‘amo’ del palacio diseñado por Gil de Hontañón, de dar libertad de voto a su muchachada. Ni libertad, ni gaitas. Los versos sueltos no encajan en las organizaciones políticas. Y quien se mueva en contra de las directrices (ordeno y mando) del partido, ya sabe lo que le queda. Igualito que en el PP. Los ayuntamientos son una cosa y la Diputación otra muy diferente. Y el problema de la UPL, es que va a tener que ir explicando por capítulos cuál es la situación y cómo van las ‘conversaciones’ con sus socios de gobierno. No le resultará fácil trampear el asunto un día sí y otro también. 

En realidad, lo que los leonesistas deberían poner sobre la mesa del PSOE, es un plazo concreto para presentar y debatir la moción. Pongamos después del verano. Dar un paso definitivo y dejarse de paños calientes y elucubraciones fantasmas. Hacerse valer. Y en caso de incumplimiento por parte de Courel (y de Cendón, el caporal del PSOE), sólo les quedaría una vía: romper la coalición. ¿Qué opina Sendino?

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