Mucho ha llovido desde que se creara la plataforma ‘León, por un Conservatorio digno’. La música suele ser la gran olvidada por las instituciones.
El profesorado y los alumnos del Conservatorio Profesional de Música de León hace años que claman por ver atendidas sus necesidades. Aún resuena en nuestros oídos aquella nefasta propuesta de 2016 en la que se pretendió trasladar este centro a los bajos del campo de fútbol, una idea peregrina que quisieron llevar adelante el entonces Ayuntamiento de León y la Consejería de Educación para devolverle el edificio de Santa Nonia a la Diputación. Por suerte, el alcalde de aquel momento renunció al plan forzado por las protestas de los chicos que se negaron a tocar a ritmo de gol en un espacio absolutamente inadecuado.
A partir de ese momento se decidió construir un nuevo edificio en La Palomera, pero el proyecto inicial, prometido hace 15 años, lleva un año paralizado. La constructora encargada, en este caso CHR Europa Gestión y Construcción, renunció al plan y el dinero quien sabe dónde está. Nadie se atreve a responsabilizarse de esta dejadez que persiste en abandonar a su suerte a los músicos leoneses, que actualmente siguen desarrollando su actividad en el edificio del centro, pero más bien sobreviven como pueden, pues aparte de trabajar como ‘okupas’ de la Diputación, sufren inasumibles carencias, como goteras, nula eficiencia energética, instrumentos de segunda mano en muy mal estado y un tejado que habría que cambiar entero.
Cuando se pregunta a la Junta, los responsables echan balones fuera. Argumentan que el proceso de una nueva licitación es lento, y como se prevé traslado, ninguna institución repara los desperfectos del antiguo.
Como no hay respuestas ni soluciones a corto ni medio plazo, solo nos queda movilizarnos a todos aquellos a los que la música nos importa mucho. Ya hemos esperado bastante. Si debemos irnos que sea accelerando.