mirantesb.jpg

No hay un después

31/10/2022
 Actualizado a 31/10/2022
Guardar
Durante todo este año hemos venido componiendo titulares prefabricados gracias al molde «el primero después de la pandemia», en el que solo hay que encajar el hecho del que se habla. También existe la versión «sin mascarilla», que encaja con multitud de eventos. Pero para mañana se me hace raro destacar que es ‘El primer Todos los Santos después de la pandemia’ o ‘Todos los Santos sin mascarilla’. Las honras del primero de noviembre no encajan en estos moldes.

Son miles los recuerdos ligados a esta peste, centenares las despedidas de mármol, a carreras, sin abrazos; centenares también los contagios causados por el dolor, por la necesidad irrefrenable de estar ahí en el momento más negro. Para todos los que los sufrieron nunca habrá un después de la pandemia.

Y no faltarán las mascarillas, que tantos hanconsiderado mortaja de su libertad y tantas mortajas han ahorrado. Pese a no ser obligatoria, seguro que mañana se sigue viendo en los camposantos, acompañando el luto o por no perderla para volver en el autobús. Otras muchas porque ya está viniendo una nueva ola, como las quemañana se oirá romper contra cientos de losas con fechas que se repiten como las letanías de las capillas.

Este día de difuntos ni siquiera encaja en el molde de los «recuperan», porque hay daños de los que las generaciones que estamos hoy sobre la tierra jamás nos vamos a recuperar. Hay miedos que se han grabado para siempre en todos nosotros, incorporados a los instintos. Y solo se puede considerar que los cementerios recuperan la normalidad si se considera la excepcionalidad como la norma.

Han vuelto las bayetas, los calderos, las flores y las familias recorriendo las raíces del árbol genealógico cuando llega la caída de la hoja. Han pasado tres años de la última vez que no hubo covid en estas visitas. Han pasado tantas cosas de las que jamás podremos pasar.
Lo más leído