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¡No vale! ¡Tú no estás muerto!

16/11/2024
 Actualizado a 16/11/2024
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¡No vale! ¡ tú estabas muerto! ¡yo te había disparado con mi pistola! Se les oía desde bien lejos. Los montes amplificaban sus voces haciendo que resonaran por todo el Barrio de la Estación. Era el ritual estival diario de los niños del pueblo, entre ellos mis hermanos, mientras saltaban jugando a cuatreros y forajidos, desaforados entre aquellos vagones agonizantes que habían sido abandonados por Feve. Orillados, como inservibles ataúdes viejos, sobre unas vías ciegas ya en desuso. Allí reposaban los despojos. Los habían sustituidos por otros más nuevos acordes con los aires de modernización, que traían las nuevas necesidades de los viajeros; ya fueran personas, animales, o se transportaran mercancías. 

La algarabía infantil se suspendía cuando subía el de las tres y la estruendosa barrera rojiblanca chirriaba cortando la carretera. Hora de comer.

El tren vertebrada el devenir de los valles, gentes y pueblos por donde atravesaba. Hasta que llegó el progreso devastador llevándose todo un modo de vida. Pero el tren permanecía como un testigo mudo traqueteando entre campos y arboledas, intentando recuperar y acumular primaveras que nutrieran las esperanzas y anhelos de los habitantes recios de las montañas. Ellos porfían en seguir arraigados a la tierra que les vio nacer o pacer. 

Hace doce años la infausta política de los indiferentes le vetó la entrada a la ciudad declarándole «non grato» para convertir la Estación de Matallana en un romántico rincón del pasado, como esos que destilan nostalgia estampados en postales viejas. 

Pero el cerrojazo excluyó a una gran parte de los habitantes de la cuenca del Torío, convirtiéndoles en ciudadanos de segunda o tercera clase al privarles de un servicio de primera necesidad como es la movilidad. Y de un recurso económico fundamental para una zona con enorme potencial turístico. Sucedió en el 2011. 

Trece años añorando su regreso, mientras agonizan las promesas de retorno y se asfixia a los viajeros, poniendo su paciencia a prueba, con rocambolescos medios alternativos que no se anuncian, o retrasos extremos que causan graves trastornos a los sufridores intrépidos de la vía estrecha. 

Por ello, hartos ya de la espera, una demora que suena a desmantelamiento y cierre, la iniciativa ciudadana Plataforma en Defensa del Feve, convoca a una manifestación protesta para este domingo, 17 de noviembre a las once treinta de la mañana. Se caminará desde el apeadero Asunción Universidad a la Estación de Matallana en León. Por esas vías muertas que añoran el regreso a la vida y que se niegan a ser simples vías en peligro de extinción.

¡No vale! ¡tú no estás muerto!

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