Nos vamos de excursión

Siguiendo instrucciones del alcalde Óscar Puente, sugiriendo al Gobierno de la Comunidad que apueste por centralizar todo en Valladolid, varios autobuses de la provincia leonesa, llenos de rabia y con la mochila cargada de viandas, durante unas horas decidieron despoblar su León el 26 de enero. Con la intención de explorar y comprobar que en el centro de la España castellana, debido a su ubicación y enorme potencial, se vive mejor. Pues parece que no es así, también la ciudadanía de Valladolid, al igual que el resto de todas las provincias de la mayor comunidad europea, llenaron las calles al grito de ‘La sanidad no se vende, la sanidad se defiende’, a reivindicar una sanidad pública y de calidad.

Y es que la sanidad pública debe estar al servicio de toda la ciudadanía, independientemente de donde resida, no podemos permitir que en la época estival se exhiban carteles como el de «hoy no se pasa consulta», como ha ocurrido en nuestros pueblos. Con la salud no se juega, debemos impedir que se convierta en el negocio del capitalismo desalmado. La ciudadanía está cansada de ver como el consejero de sanidad es incapaz de gestionar un derecho universal. Como fiel servidor, está al servicio de un gobierno autonómico a la deriva, que su única pretensión es seguir el camino señalado, primero con los conciertos con la sanidad privada, para continuar con políticas neoliberales de privatización, argumentando que como lo privado nada funciona mejor.

Tenemos que acabar con los recortes y dar un mayor peso en los presupuestos a la atención primaria en el mundo rural, recuperar el empleo perdido, reducir las listas de espera, fortalecer un modelo de sanidad cien por cien público, acercar la atención especializada y hospitalaria a los núcleos rurales, un largo etcétera para defender lo público. Los derechos de las personas, tiene que estar siempre en nuestro ADN.

Le exigimos al consejero que antes de dimitir, evite con un gesto de valentía e impida que el centro de ambulancias de León, se lo lleven también a Valladolid, como gesto de buena voluntad y como una respuesta contraria a la petición tan deseada del alcalde Puente de centralizarlo todo.