11/09/2018
 Actualizado a 14/09/2019
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Empieza el nuevo curso escolar, casi coincidiendo con el nuevo curso político, las niñas y los niños cargan a sus espaldas mochilas repletas de libros dispares, dependiendo de la comunidad a la que se pertenezca, para adiestrarles en muchos casos con conceptos equívocos sobre la historia y la economía. Empiezan con ganas infinitas, para aprender materias que con el paso de los años puedan convertirse en titulados universitarios, eso sí, siempre pendientes de tener en su currículo un máster de obligado cumplimiento y obligado pago, aunque sea en la universidad pública, máster que unos pocos querrán hacerlo en la universidad URJC al igual que Casado, Cifuentes o Montón, sin necesidad de asistir a las clases ni tratar con el profesorado.

Ya con los títulos enmarcados en las paredes de sus casas y despachos, podrán acceder a diferentes puestos en las administraciones públicas o con la titulación de directores de recursos humanos podrán ejercer de liquidadores de la clase trabajadora, que con tanta formación académica les sirva para ser pioneros en la estrategia de no contar lo mismo a empleadas, autoridades o a los medios de comunicación como el caso de Vestas.

Pero no todo el mundo podrá tener acceso a esos puestos que requieran traje, corbata, gomina y una dosis de cinismo, muchos necesitarán que esta Región les facilite un empleo estable y digno y para ello se necesita que Vestas anuncie, en la Mesa de Anclaje, un esperado plan industrial que vuelva a ilusionar a las leonesas y los leoneses, con el mantenimiento y la creación de nuevos puestos de trabajo. Al igual que el Gobierno se haga eco de la necesidad que tiene el mundo rural de mantener el tren de vía estrecha Feve, con un plan integral de viabilidad para fomentar el desarrollo de los pueblos, para que nuestra región salga del letargo y de la indiferencia a la que estamos acostumbrados, y los más de 60000 escolares tengan la oportunidad de aprender que la Región Leonesa también EXISTE.
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