En los últimos años, el oro ha vuelto a interesar a los inversores alcanzando máximos históricos en 2024. Considerado como un refugio seguro, el metal precioso ha alcanzado los 2.755 euros por onza, consolidándose como una opción atractiva en tiempos de incertidumbre económica. ¿Qué factores están impulsando esta nueva fiebre del oro? Tradicionalmente, el oro ha mantenido una relación inversa con los tipos de interés. Cuando los tipos suben, los inversores tienden a favorecer activos que generen rendimientos, como los bonos, lo que disminuye la demanda de oro. Sin embargo, con los tipos de interés reales en alza, el oro no ha caído como se esperaba, al contrario. ¿Por qué ocurre esto? Por cinco razones:
Incertidumbre económica y geopolítica. Desde 2020, la pandemia, la inestabilidad política y los conflictos internacionales han incrementado la aversión al riesgo entre los inversores.
Monetización de la deuda. Con una deuda pública mundial en niveles sin precedentes, los gobiernos están recurriendo a la impresión de dinero nuevo para financiar sus economías. Este proceso, que tiende a ser inflacionario, podría devaluar las monedas y aumentar la demanda de oro como refugio seguro.
Compras de oro por parte de bancos centrales. En 2023, compraron más de 1.000 toneladas de oro, con países como China y Polonia liderando el camino. Estas compras masivas reflejan un deseo de diversificar reservas y protegerse contra la volatilidad del dólar y sanciones económicas.
Desdolarización de los BRICS. Liderada por los países del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), esta estrategia busca reducir la dependencia del dólar en transacciones comerciales.
Aumento de la demanda de oro en China. China es tanto el mayor productor como consumidor de oro. En 2023, produjo 375 toneladas y sus importaciones superaron las 1.000 toneladas al año.
En un próximo artículo les hablaré de cómo invertir en oro.