Otoño para derramar
y cumplir años.
Otoño fecundo,
piadoso,
para compartirlo contigo.
Un otoño de sombra
y cauce,
de vasija y lienzo,
de mapa efímero y desnudo.
Un otoño para descansar
de mí mismo
y celebrar los días:
como cuando eran promesa
y mis padres me amaban.
Un otoño para soñar
si abro los ojos,
para regresar a Babia.