Pasar el rubicón

El presidente del Gobierno, quizás motivado por la falta de apoyo para poder sacar adelante los presupuestos, ha decidido pasar el Rubicón, convocando elecciones generales para el 28 de abril, un paso firme para poner a prueba a millones de electores y electoras, que desde el sentido de la responsabilidad y ejerciendo el derecho al voto, tendrán que elegir entre el progreso y las libertades o volver a la España del blanco y negro, a la España del miedo, a la España del retroceso en derechos.

Entramos de lleno, un día sí y otro también, en el maremágnum de encuestas y promesas electorales, nos despertaremos con infinitas propuestas de inversiones, con la sana intención de sacar a nuestro León de la desazón en la que se encuentra, a sabiendas que cuando los que ganen y tomen el poder, entrarán a formar parte del cajón de los deseos o serán más bien pasto de las llamas. Mientras, se disculparán con bonitas palabras, que no las pueden llevar a cabo, que el anterior ejecutivo les dejó un país en quiebra, que una cosa es hacer una buena campaña electoral y otra muy diferente es gobernar.

Las mujeres de este país, van a ser decisivas, van a tener la oportunidad de llenar de votos las urnas, para evitar que la brecha salarial siga creciendo, para evitar levantarse con el miedo del acoso y del maltrato, para evitar que se las discrimine por razón de sexo, para evitar las voces de los machistas que representan a los partidos políticos de la intimidación, que solo saben vociferar falacias contra el feminismo, por miedo a perder su supremacía. Sin entender, que el feminismo representa la igualdad y la libertad y lo peor de todo, sin manifestar ningún interés en enarbolar la bandera de los derechos plenos de la mujer.

El presidente del Gobierno ha decidido pasar el Rubicón, pero antes, un rato antes, el día ocho servirá para que todas las mujeres y hombres tomen conciencia, con la intención de poner fin al retroceso señalado y juntos poder arrinconar para siempre, el machismo que ya sin disimulo ha decidido salir del armario.