28/03/2023
 Actualizado a 28/03/2023
Guardar
Me consta que no soy la única que desde hace tiempo tiene la sensación de participar en una película, mezcla de ciencia ficción y surrealismo. Me declaro incapaz de explicar de otra forma ciertos sucesos. Confieso que una parte de mí duda de la veracidad de lo que leo o escucho, me resisto a creer que es real.

Sin ir más lejos, estos días ha sido noticia un hombre acusado de agresión sexual que durante el proceso judicial ha cambiado su identidad en el registro civil y ahora se llama Irene.
Así, sin requerir ningún cambio físico. La cuestión es que, de ingresar en prisión, lo hará en una de mujeres. Y seguro que no será el último que abrace esta misma opción. Perfecta definición de paradoja.

Por otro lado, se ha conocido en fechas recientes que varias personas, con unas rentas más que elevadas, perciben ayudas y bonos de diversos tipos, de carácter público. Claro, sufrirán auténticos quebraderos de cabeza para llegar a fin de mes. Aún hay más. Están las incongruencias de una ley de bienestar animal que, por ejemplo, deja sin protección a los perros de caza y de trabajo cuando es obvio que son los que más lo necesitan. Y para amenizar esta especie de circo no faltan aquellos que se creen con autoridad moral y no vacilan en ofrecer lecciones sobre lo que está bien y lo que está mal. Así es, la lógica se ha dado a la fuga.

Sin embargo, estas situaciones son perfectamente legales. Así que debemos acostumbrarnos a aceptarlas por mucho estupor que nos generen.

Y me temo que lo que vemos ahora es solo la punta del iceberg. Porque lo que ocurre fuera de nuestras fronteras; guerras y demás tejemanejes internacionales; tampoco es asunto baladí. Parece que alguien ha perdido el sentido común al mismo tiempo que la vergüenza. En ocasiones me pregunto si de verdad la totalidad de los humanos pertenecemos a la especie Homo Sapiens.

Me provoca inquietud imaginar el mundo que tendremos en un futuro que no estimo tan lejano. Palomitas para todos, que el espectáculo continúa.
Lo más leído