Piensa mal y acertarás

Cuentan las crónicas taurinas, que el primer torero que cobró un millón de pesetas por una corrida de toros, fue Manuel Benítez “El Cordobés”.
Aquel famoso “kilo” se hizo tan popular, que a día de hoy se sigue utilizando, por eso no es raro escuchar aquello de: “ese casoplón le habrácostado por lo menos 50 kilos”.

Manuel Benítez, considerado el V Califa, tuvo una infancia difícil. Huérfano, forjado en capeas y haciendo la luna, saltó de espontáneo en las Ventas en 1957, aunque su verdadero oficio era el de albañil. Aquella noche acabó en la comisaría con aquel traje que había comprado a plazos, y magullado a causa de los revolcones que le dio el toro.

En 1964 el Huracán Benítez haría el paseíllo en la famosa corrida de Beneficencia, saliendo a hombros.

A partir de ese momento, se crearía un fenómeno como pocos. Diodoro Canorea le firmaría ese primer “Kilo” en Sevilla, en la Maestranza, ya que el torero era un autentico torbellino que revolucionaba las masas.

Ayer viernes se celebró el pleno ordinario en el ayuntamiento de León, un pleno madrugador, con la fresca, en el que llamó “poderosamente la atención” el punto 12.

En él, la lideresa del partido naranja pedía modificar el régimende su dedicación exclusiva, es decir, bajar del cien por cien, al setenta y cinco.

En otros tiempos, y con otras gentes, esto no sería más que otro punto, uno que pasaría totalmente desapercibido, pero yo que ya no me creo nada de nada, enseguida pongo mi cabeza a funcionar.

Estamos habituados a que nuestros políticos sumen retribuciones,yno las resten, portanto una reducción de nómina mosquea, y mucho.

Muchos pensarán que soy un mal pensado, que igual lo hace para conciliar, o que ese veinticinco se lo va a traspasar al algún compañero, pura solidaridad.

Dicen las crónicas que el Cordobés aprendía a morir cada tarde, se entregaba al público hasta el punto de que después de una gran corrida de toros en Barcelona, se asomó al balcón de un céntrico hotel lanzando billetes de cien pesetas al público.

Los que criticaban al bipartidismo y sus vicios, están demostrando que son también unos “espontáneos” que acaban de saltar al ruedo de la política, y que no vienen precisamente a ayudar como hacía Manuel con los pobres maletillas que empezaban, a los que les llevaba el famoso “jamón”, y en los asilos invitando a paella.

Aquí piden reducciones de salario, para no tener problemas en la otra Institución, en la de la Plaza de San Marcelo, y así, llevarse calentito el sobresueldo.