03/12/2024
 Actualizado a 03/12/2024
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Hace un par de semanas se celebró la cumbre del clima, COP29, en Bakú (Azerbaiyán), con la participación de más de 200 países. Intervinieron asociaciones, dirigentes políticos, científicos y expertos relacionados con el tema a tratar: la conservación de nuestro planeta, los recursos naturales disponibles y su futuro.

Se determinó la urgencia de tomar medidas para frenar el deterioro medio ambiental. Se alcanzaron acuerdos de financiación para que esas medidas se apliquen a nivel mundial, aunque parece que no los suficientes. Nada nuevo.

Los humanos hemos dañado a la naturaleza y lo seguimos haciendo. Mas allá de creer que el cambio climático es una realidad o una invención que forma parte de alguna oscura conspiración, es obvio que algo falla. Las catástrofes naturales golpean cada vez con más dureza y frecuencia. También aumentan las enfermedades por causas ambientales.

Veo complicado que se le ponga solución, porque habría que cambiar de forma radical demasiadas cosas que afectan al sistema de vida actual.

Por ejemplo, duplicar la vida útil de móviles y ordenadores, alargascencia. Según un informe publicado la pasada semana, este gesto evitaría expulsar a la atmósfera la misma cantidad anual de CO2 que emiten 17000 vehículos. Y supondría una importante reducción de consumo energético. Pero interesa más que a los 2-3 años queden obsoletos y haya que sustituirlos.

Otra idea, restringir el plástico de verdad. Si se usa de forma masiva en la fabricación o envasado de la mayoría de los productos, de poco sirve que los ciudadanos de a pie porten sus compras en bolsas de papel o biodegradables. Claro que utilizar otros materiales tal vez no sería rentable.

Por no hablar de las talas de árboles, invasión de espacios naturales, productos nocivos empleados en agricultura…

Todos en la cumbre se mostraron preocupados y comprometidos. No nos engañemos. La realidad es que, ante cualquier interés económico, se tiende a obviar lo demás.

Vamos a llamarle postureo. Hipocresía queda menos fino.

 

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