Es una evidencia, la Navidad empieza antes cada año y, como contra la deriva continental o la facundia del alcalde de Vigo, nada podemos hacer para evitarlo. Pongámonos, por tanto, manos a la obra para limitar daños y cauterizar heridas, en este caso en las redes, ese espumillón de vanidades.
1. La Navidad comienza, como pronto, con el soniquete de la Lotería. No sea prematuro y cargante.
2. Usted no le gusta a todo el mundo, eso no cambia por mucho que lance parabienes, convoque papás-noeles sobre renos narigones o divulgue musiquillas casca-bélicas. El siete de enero acaba el armisticio.
3. Las redes sociales ocupan un tiempo precioso en estas fechas. Si no tiene otra cosa que hacer (colocar adornos, comprar regalos, poner la mesa, cocinar, fregar platos, beber, zampar…), no insista en lo bien que adorna, regala, cocina, friega, bebe, zampa, etc. No cuela: está ocioso y, a menudo, aburrido.
4. Si dice una cursilada es usted un cursi. Si porfía, un pesado. No sea pesado, ni cursi. Reparta, eso sí, alegres me gusta y rojos corazones: son fechas entrañables.
5. Bloquear da mucha paz, más que la noche de marras. Bloquee a la mínima, tampoco se arrepentirá en Navidad.
6. Abra los vídeos y audios en un volumen bajísimo. Evitará difundir ‘El burrito sabanero’ de Bisbal y horrores similares.
7. Si publica algo absurdo o falso sin saberlo no se corte en corregirse y avise de ello. Haga servicio público, sea mejor persona, será, también, una epifanía.
8. Si publica cosas privadas dejan de serlo.
9. Las alabanzas pueden y deben hacerse públicas; las correcciones en privado. En Navidad y siempre.
10. El muro, perfil o hueco digital a nombre de otro es su casa, si tiene cosas que decir sobre lo que esa persona publica en él, siga las instrucciones del anterior punto.
11. ¿Está cabreado? ¿Ha bebido en exceso? ¿Se encuentra solo y la cabeza le da vueltas? Aléjese de las redes. Vea cine, lea, haga sudokus, ingiera turrón. No la líe.
12. Sobre estas fechas gravita el enorme peligro de discutir. Si no puede evitarlo, mejor con amigos que en familia. A estos efectos lo de «amigos» en la red es una etiqueta magnánima y ambigua. Discutir en la red se considera juego quinielístico y acaba en 1 (darse la razón mutuamente), X (pasar del tema) o 2 (bloquear).
13. Si compra por internet no olvide una fecha: siete de enero.
14. Se empieza por instar a un linchamiento, lanzar improperios y publicar mentiras, se continúa con groserías y faltas de respeto, se prosigue una pelotera inútil o se ignoran argumentos y circunstancias ajenos, se cisca uno en los muñecos del portal de Belén y se acaba por no cerrar la sesión en el ordenador.
15. La niña bonita.