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Protocolo para la detección precoz del leonesismo

30/06/2024
 Actualizado a 30/06/2024
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Si para opinar del tema empieza diciendo «con todos los respetos», malo. Difícil que remonte.Casi seguro que en la siguiente frase se va a pasar los respetos por las partes innombrables del cuerpo humano. Si continúa preguntando si las reclamaciones de una autonomía leonesa nacen a raíz de las cesiones que ha brindado Pedro Sánchez a los separatistas, a los que quieren romper España y chantajear al Estado, nos encontramos ante un todólogo de manual que nunca ha contemplado la posibilidad de decir «la verdad es que ese tema lo desconozco». Si le coges el nombre y buscas su historial, algo que él nunca hará antes de opinar de lo que sea, comprobarás que también habían impartido lecciones sobre la propagación del coronavirus, el cambio climático y la tensión en la Franja de Gaza. Si después de todo eso aún sigue compartiendo lúcidas reflexiones del tipo «viendo el avispero en que se ha convertido este país por culpa de Sánchez, ¿de verdad los leoneses, esos españoles de pro, creen que éste es el mejor momento para pedir una autonomía propia?», efectivamente, podemos salir todos de dudas porque, como todo hacía indicar, estamos ante un tertuliano de 13TV.

Hay muchas razones para ser leonesista, unas opinables y otras indiscutibles, en el pasado (las regiones históricas, la injusta imposición de autonomías, el gigantismo con el que decidieron solucionar todo lo que quedaba en el medio), en el presente (todos los índices económicos y sociales) y en el futuro (las demoledoras estimaciones de población del Instituto Nacional de Estadística), pero sin duda una de las más poderosas, una de las que generará si no más leonesistas seguro que al menos leonesistas más fieles, es tener que escuchar hablar del tema a los tertulianos, periodistas y políticos de Madrid y de Valladolid. Pasa con la inmensa mayoría de los medios de comunicación, incluso con los presuntamente menos casposos que 13 TV. Esa forma de perdonar la vida, esa superioridad moral de quien se cree que lo importante es únicamente lo que pasa entre Chamberí y Malasaña (de la que pecan todos los partidos), ese orgullo con el que exhiben públicamente su ignorancia los convierte, con todos mis respetos, en perfectos paletos, pese que sean los mismos que llevan décadas llamándoselo a los que tienen que ir a Madrid para buscarse la vida porque el centralismo que entre todos han cultivado les niega la posibilidad de hacerlo en sus provincias de origen. Dan ganar de pedirles que no pierdan más el tiempo y que sigan hablando de Koldo, de la mujer del presidente o de la renovación del ConsejoGeneral del Poder Judicial, asuntos de los que a buen seguro tampoco tienen ni puta idea, pero al menos no ofende tanto escucharlos. También desde Valladolid, la ciudad dopada, han puesto en marcha esta semana su particular máquina de fango, que en los pueblos siempre se llamó esparcidora antes de que copara la primera línea de la actualidad.

La moción pro autonomía leonesa aprobada enDiputación es más que probable que no termine en nada, otro manoseo político de una frustración colectiva, otra riada de titulares que no van a ninguna parte, pero ha servido para ofrecernos certeros retratos de personajes miserables, retratos que por desgracia no alcanzan la categoría de fotografías y a buen seguro se desdibujarán con el paso del tiempo, pues además de la amnesia por sobreinformación de nuestro tiempo se producen a demasiada distancia de las próximas elecciones. Los hubo en el Palacio de los Guzmanes, los hubo en las tertulias nacionales, los hubo en las declaraciones públicas de numerosos representantes políticos que se han referido al tema, entre los que, la verdad, todos tenían su parte de razón y su indudable parte de cinismo. Son los riesgos de llevar el asunto al debate nacional, objetivo cumplido de esta astuta maniobra del PSOE con la que ha manifestado otro de sus súbitos y fugaces brotes de leonesismo. A ver si por repetición, porque les ha pasado en algún momento a todos sus dirigentes leoneses, son capaces de confirmar su diagnóstico por fin, pero la intermitencia de sus síntomas les delata: la realidad es que, en el fondo de todo esto, únicamente hay intención de garantizarse pactos presentes y futuros, porque en León va a ser imposible alcanzar el poder de cualquier institución sin contar con el leonesismo. Mientras, el PP sigue cerrándose puertas, preocupantemente cómodo con el grano que le ha salido como socio, que sigue soltando pus y le niega cualquier otra alternativa, llegando a hacerles creer que pueden ser su solución cuando resulta obvio que son su gran problema. 

El resultado de todo esto es que te llama un amigo cuando pasa por aquí camino de Galicia y te pregunta si la próxima vez va a haber una frontera. Como no le voy a hablar de las razones históricas, ni de urracas ni de alfonsos ni de reinos gloriosos, ni tampoco del idioma leonés con el que algunos creen que ayudan a la causa leonesista pero en realidad no hacen más que distorsionarla, le pongo un ejemplo que creo que podrían entender hasta los mismísimos tertulianos de 13TV: esto no tiene nada que ver con Cataluña ni con el País Vasco ni con otros intentos de separación administrativa, ni amistosos ni enemistosos, en los que siempre son los ricos quienes quieren abandonar a los pobres para conservar sus privilegios porque consideran que los parasitan; aunque les cueste creerlo, aquí se trata de lo contrario, del pobre que quiere separarse del rico porque tiene la certeza de que no le puede ir ya peor y de que, dentro de poco, no habrá voces que luchen por evitar que esta provincia se convierta en una colonia energética. 

Igual es normal que no lo entiendan porque esta tierra tiene sus particularidades. Por ejemplo, al contrario que en el resto del mundo, aquí llegó primero la extrema derecha y luego los migrantes. Para haber inventado la democracia, últimamente sólo hemos sido pioneros en eso y en pitar a Piqué. Además, aquí tienes que pulir mucho tus lamentos, perfeccionar el llanto, porque si callas te llaman morugo y si te atreves a gutir te dicen desde Valladolid que no te victimices, llorón, siempre con la misma monserga. Así que tira, chaval, y conténtate con que aquí la tapa es gratis, porque si no la tendrías que pagar con la pensión de tu abuelo.

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