La Europa nacida de una cruenta guerra mundial, por cierto, salvada de sus temores, banalidades y actuaciones timoratas de sus políticos siempre atentos a no desairar a genocidas como Hitler y Stalin, ha dado un respingo y se ha tentado las ropas después acudir a mesas de negociación, por cierto valencianas, con otro de los autócratas actuales, como consecuencia del ataque anunciado de las tropas rusas a Ucrania.
En realidad los rusos deberían efectuar un gran acto de respeto hacia aquellas víctimas del otro zar soviético Stalin, cuando en el Holodomor ucraniano dejó morir de hambre a familias enteras porque el trigo ucraniano lo deseaba el dictador para la población rusa.
Realizaremos una aproximación a la personalidad de este personaje Putin que desea pasar a la Historia como el restaurador del ‘imperio soviético’ creyéndose el elegido de los dioses.
Quizás, trate de realizar un coctail al estilo del visionario Rasputín y desee hacer una síntesis del omnímodo poder zarista y el delirio dictatorial de los soviets. Desde luego que hay rumores de que su nombre vino de la abreviación del iluminado Rasputín. Parece ser que un pope llamado Mijail reconoció a Mijail como uno de los doce profetas que salvarán a Rusia. Y sí va a cumplir los setenta; su madre era religiosa y por ella fue bautizado en la Iglesia de la Transfiguración de San Petersburgo sin darle cuenta a su padre que era del Partido Comunista. Su abuelo por cierto fue el cocinero de Lenin y Stalin.
Ha sido jefe máximo del Servicio Secreto Federal de Seguridad, la KGB anterior. Licenciado en Derecho. Conoce el derribo del Muro de Berlín, el Telón de Acero, porque estaba destinado en la antigua Alemania Oriental. Dirige la guerra de Chechenia y actúa con Yeltsin. Siempre ha declarado que el comunismo era un callejón sin salida y que deseaba una Rusia como potencia euroasiática, con prestigio y dominio férreo, soberana y autoritaria.
Acude a un monasterio siempre y cuando tiene que tomar decisiones importantes. Habla alemán e inglés; practica el judo, la lucha rusa, el esquí, el jockey sobre hielo y le gustan las armas como es lógico.
Su política tiene adeptos pero también contestatarios dentro del país y sus métodos especiales de neutralización son sofisticados y han alcanzado a personas muy conocidas, así como ejerce un férreo control de los medios de comunicación y de la política informativa.
Ha intervenido los métodos de producción, el sistema electoral, se ha beneficiado a sectores determinados y ha incrementado las rentas de ciertos personajes que le sirven de apoyo, además de su propio pecunio particular.
A Putin se le atribuye la frase: «Quién no eche de menos a la Unión Soviética no tiene corazón y quien quiera que vuelva, no tiene cerebro».
Defiende la familia tradicional y la cultura rusa, con la que se identifica. Además enfrenta todo lo que huele a individualismo, teoría de género, deconstrucción de los estados, destrucción de la familia, inmigración masiva, etc. Critica el racionalismo y el materialismo. Según Aleksandr Duguin, «Putin es un patriota pragmático». Se trata de un patriota que se fija en el zarismo y en el estalinismo a partir de la victoria de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
Putin ejerce la economía de mercado con un control estatal del comercio exterior y de los recursos naturales.
Se trata de una potencia militar la rusa y la economía está dispuesta a que los enormes recursos que dispone en Siberia sean racionalmente explotados.
Rusia tiene una demografía a la baja y alto grado de emigración y excesivo empleo público con los salarios bajos.
Putin está relacionado con la muerte de la periodista Anna Politkóskaya en Moscú, la del agente secreto ruso Aleksandr Litvinenko envenenado con polonio -2110 en Londres en el 2007, el asesinato del ex espía ruso Serguéi Skripal y su hija con un agente nervioso, además del envenenamiento del opositor ruso Navalni. Otros están en prisiones rusas o en el exilio. Putin ha realizado una actividad de ataques informativos usando hackers cuyos resultados los han conocido en muchos países, también España y la injerencia en el conflicto catalán, según las investigaciones realizadas en todas estas actividades irregulares y ampliamente publicadas en la prensa. En 2003 encarceló al oligarca ruso Mijail Jodorkovsky acusado de fraude y evasión de impuestos porque éste le acusó de corrupción estatal.
Considera que el mundo unipolar debe dejar de existir y que debe descansar la influencia política en Rusia, EEUU y China, que le apoya en esto.
Un tipo duro que le manifestó a Donald Trump sus ansias de hacerse con Ucrania.
Un personaje que sabiendo que siendo anfitrión de una persona que tiene fobia a los perros, como era el caso de la señora Merkel, le suelta su perro en mitad de la reunión, y esto sólo puede calificar ya a la persona que se mueve dentro de un comportamiento calificado como mínimo de morboso y algo también más en consonancia con sociopatías de líderes ya conocidos por sus extravagancias.
Putin conoce a la perfección las debilidades de Occidente y su equivocado rumbo de los últimos tiempos. Quizás le venga bien a los numerosos dirigentes políticos de la UE que les agiten la retaguardia y les enfrenten por las fronteras calientes para darse cuenta que deben ponerse las pilas y aplicar el cuento de que el pacifismo está bien en el Oeste cuando todos van desarmados. Mientras tanto es posible que sirvan estos hechos como revulsivo y toque de atención a numerosos jóvenes que están durmiendo el lindo sueño de la anestesia social que les cantan a sus oídos interesados agentes del ocio y la mediocridad.
Las últimas noticias son esperanzadoras respecto a la actuación de los gobiernos occidentales que parece que han visto las patitas del lobo por la gatera.
Putin, el nuevo Rasputín
17/05/2022
Actualizado a
17/05/2022
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