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¿Qué tal estás?

11/06/2024
 Actualizado a 11/06/2024
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Hay fechas en las que, por el buen tiempo o por los muchos años que uno va acumulando, es más fácil encontrarte con amigos, conocidos, o gente que hace mucho que no ves pero que te alegras de que sigan bien, en la mayoría de los casos.

Lo cierto, no lo podemos omitir ni pasar por alto, son las comparaciones de cómo encuentras a los demás (como si ellos no pensaran lo mismo de ti). Lo más recurrido es ver a ese, o esa, y pensar lo mayor que les veo y que metidos en kilos están y, repito, sin pensar lo piensan de uno. Como coloquialmente se dice que «el que no se conforma es porque no quiere» y de esta manera vamos llevando los años y el aspecto.

Lo más te delata son los kilos que vas adquiriendo cuando se te pasó, por diferentes causas, la edad de estar, como dicen ahora, en el mercado, como si la esclavitud todavía no hubiera sido abolida. Sé que hoy, cuando salga por la calle, muchos de los lectores, sobre todo amigos y contemporáneos, me dirán Maxi, es verdad lo que dices, pero ¿que podemos hacer? A lo que les contesto, lo que se dice hacer, para impedir el paso de los años, nada podemos hacer, pero, por los menos, llevarlo lo mejor posible a pesar de lo que ha quedado en el camino, sin saber el criterio que se ha seguido, por quien marca los designios de la vida a la hora seleccionar a los desafortunados/as que han dejado este mundo.

Una cosa es cierta. Hoy se viven muchos más años, y con mejor calidad de vida, salvo excepciones, que cuando uno era pequeño y observabas a los mayores, sobre todo, a los abuelos que por circunstancias compartían las casas con sus hijos y nietos para luchar contra la soledad, en la mayoría de los casos.

Cuando cada día pienso los años que tengo, con el que acabo de cumplir, y sentir cómo nos encontramos, merced a los avances sanitarios que nos ayudan a superar enfermedades de esas que, hace muchos años, decían que eran insalvables y que hoy, la mayoría, pueden ser vencidas gracias a los avances en materia de salud con buenos profesionales. Como me dijo un gran amigo mío y prestigioso analista, la «farmacopea» ha alargado mucho la vida, y aunque hoy siga habiendo enfermedades que se resisten, parece que la cosa se está controlando.

Partiendo de la edad que mis contemporáneos tienen es frecuente encontrarte con conocidos que superan los noventa años y, si la memoria no me engaña, estamos entre las provincias más longevas de España, con mayor presencia de mujeres, sobre todo viviendo en zonas rurales.

A pesar de las muchas carencias que todavía algunos colectivos tienen, hay algo que de ninguna manera se puede soslayar, como es la Sanidad Universal, dotada con grandes medios y buenos profesionales sin que, en la gran mayoría de los casos, tengamos que rascarnos el bolsillo a diferencia de lo que pasa en otros países del mundo donde una simple aspirina es un artículo de lujo no al alcance de todos. Sin conocer, ni saber, lo que es el Estado de Bienestar (surgido al finalizar la Segunda Guerra Mundial), haciendo bueno aquello de «que mal repartido esta el mundo».

Como yo suelo pasear bastante escucho cosas que, además de ser graciosas, tienen mucho contenido, como lo que escuché en una céntrica calle cuando uno le preguntó a otro, mientras se cruzaban en la calle, lo siguiente: Manolo, ¿qué tal estás?, a lo que Manolo le contesto que mal, pero acostumbrado. Difícil de expresar mejor un estado de salud.

Mi felicitación a Alfonso Martínez, hasta la fecha redactor jefe, por su reciente nombramiento como nuevo director adjunto de este periódico. Felicitación extensiva a este periódico por su nuevo formato.

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