Ser campeón de invierno no te da ningún título ni supone absolutamente nada, más allá de dejar claro que estás haciendo bien las cosas y que te encuentras más cerca de tu objetivo. A efectos prácticos, es así. Pero cuando Navidad es el momento en el que te juntas con esos amigos con los que de la relación estrecha que un día tuviste has pasado a una de conversaciones recurrentes por whatssap pero apenas cara a cara por el lugar donde cada uno vive, pasa a cobrar mucha importancia si un tema que se va a poner sobre la mesa al verte es una rivalidad deportiva.
El triunfo de la Cultural en Irún puede ser uno de los más importantes de toda la temporada. Por cortar la mala dinámica que empezaba a surgir, por evitar que pese a lo bien que lo estás haciendo salgan las dudas, por afrontar de una manera totalmente diferente el parón... y a ver, para que en todas esas reuniones familiares o de amistad que se produzcan esta Navidad, cuando haya aficionados del equipo culturalista y de la Ponferradina presentes, los primeros puedan entrar con el pecho henchido y la sonrisa en la boca.
Ojo, que yo he tenido que comprobar que la clasificación fuera real. Que no puede ser que la Cultural le saque cinco puntos al segundo clasificado y seis por ejemplo a la Ponferradina.Si yo miraba las redes el sábado por la tarde y leyendo a los hinchas de los rivales parecía que ya le habían adelantado. Si alguno ya había dado inicio la semana pasada a su habitual campaña con intereses personales, esta vez contra el entrenador.Pero nada, que en todos los lados sale que sí es líder con esa ventaja, así que deberán ser verdad todas las alegrías que nos está dando hasta el momento esa gente.
Y sí, no hay nada hecho, eso es indudable. Pero yo mantengo que la filosofía en el deporte nunca puede ser celebrar únicamente el objetivo final si lo consigues, porque eso por desgracia sucede pocas veces. Tiene que ir por encima de todo por disfrutar del camino recorrido y de los éxitos y alegrías que te vas llevando durante el trayecto. Las notas finales son en junio, sí. Pero pase lo que pase de momento, y la cosa pinta bien... ‘que nos quiten lo bailao’.