Cristina Vega 2

¿Quién da más?

23/05/2023
 Actualizado a 23/05/2023
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Se respira en el ambiente, estamos inmersos en plena campaña electoral. Quien haya prestado atención a las noticias en cualquier medio de comunicación, en los últimos días, lo habrá podido comprobar. Lo anuncian también los carteles coloridos desde los que los candidatos nos miran sonrientes junto a su eslogan. Otro indicativo es que ocurren ciertas cosas que solo son posibles en esta época de coincidencias. Por ejemplo, esos proyectos que llevan años muertos, ahora resucitan y se ponen en marcha como por arte de magia. O las reivindicaciones y sugerencias apiladas durante meses que, de la noche a la mañana, se convierten en compromisos ineludibles y urgentes.

Parece que de pronto nos hemos visto transportados al centro de una gran feria. Nos rodean varias casetas que pregonan a voz en grito lo que ofrecen. Todas dicen poseer la fórmula más eficaz para resolver cualquier problema que nos aqueje. Por supuesto, aprovechan la ocasión para dejar caer que lo que se “vende” en los demás puestos es puro fraude. Y esto con la música de fondo a un volumen tan alto que apenas deja escuchar sus palabras.

Medidas para reducir el paro o combatir la subida de precios por aquí, hacer asequible el acceso a la vivienda por allá, entre otros asuntos candentes. Unos manifiestan su intención de luchar contra la corrupción, otros pretenden ayudar a los pensionistas, o a los jóvenes, o a los empresarios…

Lanzan promesas de todo tipo sin descanso, con el objetivo de captar la atención del mayor número posible de personas. Se abre un enorme abanico de opciones, de modo que la probabilidad de que cada visitante encuentre el lugar donde se hable de sus inquietudes particulares es muy alta.

El truco está en que son ofertas con fecha de caducidad. Cuando terminan las elecciones, toca recoger los chiringuitos. Se barren las calles sobre las que han caído esas promesas, que terminan en los cubos de basura. O arrastradas por la lluvia o el viento. Damas y caballeros, pasen y vean.
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