jose-alvarez-guerrab.jpg

Red de Calor, seamos modernos

03/01/2025
 Actualizado a 03/01/2025
Guardar

Estrenamos año con una futura red de calor a domicilio, y esta vez la cosa va en serio, porque tiene aprobadas todas las condiciones y, lo más importante, los fondos ya están asignados.

He de reconocer que si hace no mucho, quizás diez años, me dicen que estábamos a las puertas de tener un servicio global de calor, no me lo hubiera creído, aunque era evidente que en sitios como Islandia ese era el sistema normal de calefacción y agua caliente desde hacía muchísimos años. Claro que ellos tienen la maldición de los volcanes que se les encabritan cada dos por tres, pero les dan todo el calor que necesitan a precio de risa.

Y ahora, aquí estamos, con un proyecto ilusionante.

Mirando hacia atrás, en los pueblos pasamos de la «gloria» a la caldera individual y en las ciudades del brasero a la calefacción central. Y ahora, a la central de calor distribuido a domicilio. 

Así que, mira por dónde, esto de la descarbonización y la sostenibilidad nos va a hacer cambiar radicalmente. Porque  tras un intento en Eras de Renueva rechazado hace tiempo, y de varias peticiones de nuevas instalaciones, al fin, por fin, hay luz verde (en todos los sentidos, el de funcionamiento y el ecológico).

Una central situada en los terrenos situados entre la parte posterior del cementerio y el curso conjunto del Bernesga y el Torío. Algo más de 22 Ha. Y más de 80 millones de euros de inversión, dentro de un  Plan Regional de Redes de calor, y que no parece que vaya a quedarse en un intento.

| JOSÉ ÁLVAREZ GUERRA
| JOSÉ ÁLVAREZ GUERRA

Por lo pronto, los terrenos para construcción están disponibles, así como la concesión para la instalación de la red de distribución, cosa no pequeña, pues «solamente» son más de 30 km.

Vayamos por partes.

Como por aquí lo de la geotermia islandesa no es posible, tiramos de lo que tenemos: madera y sol. Básicamente la producción de calor se hará con excedentes leñosos, calentando el agua, que es el elemento de transporte. Se complementa el sistema con la producción de hidrógeno destinado a industrias cercanas y para el funcionamiento del transporte público, y una planta de producción de biogás a partir de residuos  orgánicos del sistema general de recogida de basuras, que también se empleará en la propia planta.  Y como todo ello precisa de energía eléctrica, se completa con un parque de placas solares que permita la autoabastecimiento.

Se trata de transportar agua a presión, con una temperatura de salida de 90ºC y un retorno entre 60º y 70º, salto de temperatura que es el que se suministra a los usuarios, que mantienen el sistema general de abastecimiento interior de agua caliente y calefacción, simplemente sustituyendo la producción de sus calderas por la suministrada por la red y por medio de intercambiadores de calor como hasta ahora.

Todo esto  llevará un tiempo, seguramente más largo del que quisiéramos, sobre todo porque la red de distribución, al ser enterrada y de unos 30 km. de longitud, por las calzadas de la ciudad  y cohabitando con toda la red existente de los servicios actuales de electricidad, saneamiento, abastecimiento, alumbrado, etc, lo que no a hacer el trabajo fácil, planteándose una puesta en marcha por etapas, una primera, la más cercana al punto de producción, en San Claudio, la segunda al centro ampliado y la tercera la zona norte de Eras de Renueva y alrededores.

A la planta y la red se le estima una vida útil de 50 años, si bien la parte de producción energética podría ser de 25 años. La inversión corre por cuenta de la Administración, y los usuarios podrán contratar el servicio de forma voluntaria. La red de suministro de gas o los sistemas centrales de los edificios seguirán existiendo, por lo que la red de calor entrará en libre competencia, aunque, por lógica de funcionamiento, el contrato ha de hacerse por edificios enteros.

De todas formas, el estudio de viabilidad de explotación estiman que los usuarios tendrán un costo del 30% menos del actual. 

Todo esto a grandes rasgos. ¿Comentarios?

Uno, sobre los tiempos. Los plazos me temo que van a ser bastante más largos de lo previsto (en 2027 estaría en marcha), no tanto por la construcción de la planta como el despliegue de la red, bastante extensa como ya se ha comentado, como por la propia obra: 30 km de zanjas, ocasionalmente de más de un metro de anchura, cruzándose con todo tipo de instalaciones plantadas a lo largo de los años, no es precisamente como para tirar cohetes.  Amén de la complicación de tráfico rodado, ya bastante liado con las peatonalizaciones.   

Otro, la contradicción ecológica, pues si la aportación mayoritaria de combustible es de restos y astillas la madera (ecológica y sostenible), se entiende que eso va totalmente en contra de los supuestos que por ahora se están aplicando, obligando a mantener el estado natural de las masas forestales, aún a costa de lo que eso ha supuesto tanto aumentando el riesgo de incendios como la despoblación de los pueblos al quitarles su aprovechamiento. 

En todo caso, bienvenida sea la Red.

 

Lo más leído