Secundino Llorente

Reducción de la interinidad docente hasta el 8 %: ¿Y qué más?

16/05/2024
 Actualizado a 16/05/2024
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Nos gusta que la Junta de Castilla y León haya hecho coincidir, por primera vez en el mismo año, las convocatorias de Maestros (Educación Primaria) y Profesores (Secundaria y ESO), lo que contribuirá a reducir la interinidad docente hasta el 8 por ciento durante el curso 2024/2025. Están convocadas 1.693 plazas para los docentes de Castilla y León en 2024: 1.217 para la ESO y 476 para maestros. Las asignaturas que más plazas ofrecen a los aspirantes son Matemáticas (190) y Lengua Castellana y Literatura (145). Creo que es interesante saber cuándo y dónde se celebrarán las pruebas. Las primeras de cada una de las veintisiete especialidades serán en el mes de junio en estas cinco provincias: Ávila para Biología y Geología; Equipos Electrónicos; Filosofía; Orientación Educativa; y Sistemas Electrónicos. Burgos para Educación Física; Inglés; Música; Organización y Proyectos de Fabricación Mecánica; y la especialidad de Mecanizado y Mantenimiento de Máquinas. Palencia Dibujo; Matemáticas; Organización y Procesos de Mantenimiento de Vehículos y Tecnología; y de Profesores de FP en la especialidad de Mantenimiento de Vehículos. Segovia para Física y Química; Francés; Instalaciones Electrotécnicas; Lengua y Literatura; y Sistemas Electrotécnicos y Automáticos se desplazarán. Y Valladolid para Economía, Geografía e Historia, Griego, Informática, Latín; y Sistemas y Aplicaciones Informáticas; y de FP en Soldadura. En cuanto a las siete especialidades del Cuerpo de Maestros los exámenes serán: Educación Primaria en León; Pedagogía Terapéutica, en Ponferrada; Inglés y Educación Física, en Zamora; Música y Audición y Lenguaje, en Soria; y Educación Infantil, en Salamanca.

Conozco un poco lo que supone la organización de estas convocatorias de exámenes. La logística de ubicación y fechas de exámenes está muy clara, pero falta lo más complicado: nombramiento de tribunales, elaboración de las pruebas, equipar las aulas con 1.693 mesas y sillas. Todo un conjunto de detalles que obliga a desajustar los colegios e institutos a partir de mediados de junio porque se ausentan los que se examinan y los examinadores. Esto ya era difícil cuando las convocatorias eran separadas, pero este año se complica el doble al ir a la vez Primaria y Secundaria. Repito una vez más que nos encanta que así sea y agradecemos el gran esfuerzo de nuestra Consejería de Educación para reducir la interinidad docente en la comunidad. 

Creo que los que vivimos el mundo de la educación somos conscientes de que «aún falta algo más». Las oposiciones siguen planteándose como si estuviéramos en los años setenta del siglo pasado. «Mira que ha llovido desde entonces». Son las mismas oposiciones que nosotros pasamos, pero en un mundo totalmente cambiado en este momento histórico. En los años setenta los grandes retos de las nuevas tecnologías y el bilingüismo no nos preocupaban para nada, pero hoy son fundamentales. Actualmente no se exige para la superación de las oposiciones, ni como requisito ni como mérito, el conocimiento y uso de un idioma extranjero y el dominio de las nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Un aspirante a profesor que sea bilingüe y además domine la informática en el aula no obtendrá ninguna ventaja frente a quien carezca por completo de tales aptitudes. Es evidente que se debe mejorar el sistema de selección de los docentes que van a formar parte de los cuerpos oficiales de funcionarios si no queremos dejar a nuestros alumnos en desventaja respecto a otros países. La clave del problema del bilingüismo en nuestras aulas está en la escasez de profesores bilingües. Es importantísimo el papel que tienen los profesores en el sistema educativo, porque van a ser ellos los que van a tener que realizar esa transformación. No nos engañemos, en las oposiciones actuales no prima la preparación, ni saber idiomas o dominar la informática. El mérito más considerado actualmente para el acceso a la docencia pública es el número de años que ha estado una persona trabajando en colegios o institutos, aunque sea suspendiendo, eso no importa. Cuanto más tiempo permanezca el aspirante en esta peculiar situación, más méritos acumula.

Por último, si queremos prestigiar el Cuerpo de Profesores tenemos que intentar seleccionar a los mejores para esta tarea. ¿Os imagináis que una empresa seria, a la hora de elegir a sus empleados, nombrase a las personas que van a hacer la selección del nuevo personal por un puro sorteo, sin ninguna discriminación? Pues esto es lo que está ocurriendo en las oposiciones actuales. En España la elección de los tribunales de oposiciones se hace por puro sorteo y, además, al que tenga la mala suerte de ‘tocarle la china’, no puede renunciar. Para un profesor, participar en el tribunal de oposiciones, es obligatorio y el protocolo no permite a nadie escaparse de esta selección. Esto no ocurre en Europa. Tenemos que cambiar este sistema. La selección del profesorado tienen que hacerla los mejores profesionales, que sean profesores o especialistas y que seleccionen a los más competentes. En nuestra opinión participar en un tribunal de oposiciones debe dejar de ser una obligación para convertirse en un honor y en un reconocimiento público de su trayectoria. Debería encomendarse esa responsabilidad a los que han demostrado saber ejercer el trabajo de profesor, a los buenos maestros que sean capaces de ser jueces que determinen y elijan a los mejor preparados, porque van a ser sus futuros compañeros. La fase de prácticas, que sigue a la posición, debe ser eliminatoria. No hemos conocido a nadie que haya sido eliminado en esa fase de prácticas. No ha habido nadie con problemas de personalidad o de incompetencia absoluta. La fase de prácticas siempre ha sido superada al 100%. Como en toda selección, la fase de prácticas debería ser superada por los que mejor cumplan los requisitos necesarios e imprescindibles para su trabajo como profesores.

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