Secundino Llorente

La reforma del profesorado

20/02/2025
 Actualizado a 20/02/2025
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El 28 de abril de 2022, el Ministerio de Educación de Pilar Alegría expuso un texto titulado ‘24 grandes propuestas de reforma para la mejora de la profesión docente’. El documento presentado a sindicatos y comunidades autónomas era muy ambicioso. En mi opinión, se intentaba meter demasiadas cosas en el mismo cesto. Suponía un gran cambio en la carrera profesional y planteaba introducir nuevos requisitos para acceder al máster para el profesorado de secundaria. Incluía un periodo de prácticas remuneradas durante la formación y supervisadas por tutores elegidos por su calidad, que serán recompensados por ello. Y también, una actualización del modelo de oposición que renueve unos temarios que se han quedado muy anticuados. Una evaluación de la labor de los docentes, cuya superación irá asociada a mejoras salariales. Han pasado tres años sin dar señales de vida. Ya pensábamos que sólo eran palabras mareando la perdiz en este asunto para que pase el tiempo sin hacer nada. 

El 14 de enero del 2025, el Ministerio de Educación y los principales sindicatos de enseñanza iniciaron las conversaciones para impulsar una reforma integral del profesorado en España. Este ambicioso proyecto afectará a 784.000 docentes que enseñan a 8,3 millones de estudiantes en las etapas preuniversitarias. Este proceso de negociación era muy esperado por el profesorado y se prevé que será extenso. Las expectativas son muy altas y las medidas planteadas prometen un antes y un después en la profesión. Hace demasiado tiempo que la comunidad educativa espera este cambio. La ilusión es mucha, esperemos que ‘ahora’ no nos defrauden. Los profesores llevan mucho tiempo soñando con esta reforma que cambiará en el futuro su empleo y carrera profesional.

Lo importante hoy es que se ha dado el primer paso para definir el futuro del profesorado. El Ministerio de Educación y los sindicatos sectoriales se sentaron a la mesa para empezar a definir cómo van a abordar la reforma de la profesión docente. Fue una primera cita para establecer los pasos de la mesa negociadora, pero se espera mucho: ratios de alumnado por clase o profesor, horas lectivas, cómo desarrollarán su carrera profesional, sistema de oposiciones o la jubilación. Sobre la mesa está la creación de un estatuto docente que estructure la profesión: las organizaciones sindicales priorizan las condiciones laborales, mientras el ministerio tiene más interés en reformar el acceso a la docencia mediante oposiciones o el máster del profesorado de Secundaria.

Resumen de las propuestas más destacadas: El ‘temario de las oposiciones’ para profesores será actualizado para adaptarse a las necesidades actuales del sistema educativo. Las pruebas serán más prácticas y adaptadas la realidad del aula. Habrá un «examen específico para acceder al grado de Magisterio» para evaluar habilidades lingüísticas y matemáticas y la actitud ante la profesión. El objetivo es garantizar que quienes accedan a la formación docente cuenten con un nivel adecuado y un compromiso real con la enseñanza. Se justifica porque es una manera de asegurar que los futuros profesores estén mejor preparados para afrontar los desafíos de la profesión. El Ministerio también quiere implementar un sistema de «acompañamiento para los nuevos profesores». Durante uno o dos años, los docentes recién incorporados serían guiados por profesionales experimentados, quienes recibirían una remuneración adicional por este trabajo. Se justifica para garantizar que los nuevos profesores reciban el apoyo necesario en los primeros años de su carrera.

El Ministerio de Educación pretende una reforma de las condiciones laborales de los profesores y de la calidad del sistema educativo: «Reducción del horario lectivo semanal de los profesores». Ahora en secundaria se imparten 20 horas de clase a la semana, en infantil y primaria 25. La propuesta es reducir estos números a 18 horas en secundaria y 23 en primaria e infantil. «Reducción del número de estudiantes por clase». Actualmente, las aulas españolas pueden albergar hasta 25 alumnos en infantil y primaria, 30 en ESO y 35 en Bachillerato. Con la reforma, los profesores podrían enfrentarse a clases más pequeñas, lo que facilitaría una enseñanza más personalizada y un mejor control del grupo. «Escalada al nivel A1 en la Administración». Ahora los profesores están clasificados en el nivel A2 de la Administración Pública. Un rango que no refleja la responsabilidad y el nivel de formación que requiere su trabajo. La reforma propone que los docentes pasen al nivel A1. Eso implicaría un aumento en su categoría profesional y en sus retribuciones.

Estas propuestas son muy ‘lindas’. Ya sonaban muy bien hace tres años, pero no nos las creíamos entonces y todavía no las creemos ahora. El Ministerio de Educación no ha sido capaz de desarrollar el proyecto de la carrera docente que prometía la Lomloe. «Sólo lo creeremos cuando lo veamos».

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