León se prepara ya para dar la bienvenida a una nueva primavera, que llegará en un visto y no visto después de un invierno que, a decir verdad, no ha sido, ni de lejos, de los más duros que se recuerdan en esta tierra. Y lo hará cantando y bailando –no se me ocurre mejor manera–, al modo tradicional, que es parte esencial de nuestra cultura, esa que se sigue custodiando en nuestros pueblos.
Y como si fuera uno de ellos, los mozos –y los que ya no lo somos tanto– estamos llamados a salir de ronda por la capital leonesa este sábado, 2 de marzo, de la mano del grupo Aguzo, en una nueva edición –y, con esta, serán ya veinticuatro– de las ‘Rondas Leonesas’ que, cada año por estas fechas, recorren las viejas calles de la ciudad.
Así, nos encontraremos en la plaza de San Marcelo a las ocho en punto de la tarde, en donde Pedro M. Pérez García y Resti Martín Tejedor –coordinadores del Museo de la Indumentaria Tradicional Leonesa de Valencia de Don Juan– se encargarán este año de dar comienzo a la jornada con una intervención –que se denomina ‘Prólogo’ aunque bien se podría llamar ‘Pregón’– que da paso, tras pedir la licencia pertinente, a un pasacalles por el corazón de la capital del viejo reino.
Un nutrido grupo de gente –algunos llevarán ramos– acompañará al grupo Aguzo en una tarde-noche en la que no faltarán la música –ya sea chifla y tambor, panderetas, castañuelas, dulzainas…– ni los cantares más nuestros. Ni los bailes, también entre el público; así que, si te apetece, ya sabes…, que no son pocos los que se animan –aunque no es mi caso, que yo no sé bailar… y eso que bien que me gustaría– con, por ejemplo, una jota o unos titos.
El punto final –al menos el que figura en el programa, que después, como buena fiesta que es, cada uno la acaba donde, cuando y como quiere…– tiene lugar en la plaza de la Catedral, en donde es costumbre el reparto de vino –«que hasta parece bueno», me decía un año Eduardo–, pan y queso; y caramelos Ronchitos, que ya sabes que son muy de aquí.