12/05/2024
 Actualizado a 12/05/2024
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Pienso no ser el único paisano en sentirse contrariado ⸺o más bien indignado⸺ ante la eliminación nominal de dos relevantes actores del cine y del teatro español acontecida en Alpedrete, cuyo pasado tuvo relevancia por la extracción de granito en sus canteras, y en el presente es noticia en todos los medios de comunicación por la retirada de placas en su callejero con los nombres de Francisco Rabal y a su esposa Asunción Balaguer.

El equipo de gobierno de coalición del PP y Vox en este municipio madrileño (por 10 concejales frente a 7 de la oposición) decidió el pasado 24 de abril, sin avisar, rebautizar el nombre de ‘Plaza de Francisco Rabal’ a ‘Plaza de España’, así como la del Centro Cultural Asunción Balaguer por ‘La Cantera’. La familia de esta pareja de actores ha mostrado su indignación, que es la misma de todos aquellos que lo reprueban, a los que me sumo. Sin embargo, el Consistorio de la localidad ha seguido adelante en su decisión. 

La oposición no pudo tomar cartas en este asunto, ya que la aprobación substitutiva de las placas fue decisión de la Junta de Gobierno extraordinaria convocada por el alcalde Juan Rodríguez Fernández-Alfaro (PP); y, por tanto, asunto no debatido. No obstante, la oposición ha presentado una moción para un Pleno ordinario propuesto para el próximo 30 de mayo y un Pleno extraordinario inmediato. 

Uno no sabe si este rebautizo va a ser anulado o va seguir en vigor hasta que se produzca un cambio de gobierno. Ello no obsta para que la mudanza de nombres haya que interpretarla, bien como una decisión contra lo hasta ese momento vigente, o como mudanza pertinente. Desde mi punto de vista, la eliminación de estos dos nombres –no obstante se les reconozca como actores que han dado prestigio al arte escénico español– se debe a que ambos fueron hasta su fallecimiento militantes del Partido Comunista. Hoy, eso es tan abominable para la ultraderecha gobernante «como así debiera ser para todo español que se precie como tal». Quede claro que quien suscribe, ni es ni ha militado nunca en partido de la hoz y del martillo. En mi modesta opinión se trata de un repudio ideológico que, por mucho mérito artístico que se les considere a los afectados, demuestra que siempre han de estar por debajo del nombre de la patria. Ahora bien, si sacar a España a pasear es bienvenido en cualquier ámbito internacional, sacarlo a relucir en su perímetro como mejor nombramiento sustitutivo en calles o plazas es, en mi opinión, mal hallado por caer en un patrioterismo excluyente de cualquier exaltación personal por muy relevante que ella haya sido. Y vergonzoso que dentro de un régimen democrático se prive a nombres de internacional excelencia profesional nominar calles o plazas por el mero hecho de ser comunistas.

Paco Rabal fue actor, guionista, director y doblador de actores como Errol Flynn, Humphey Bogart o Sean Connery. Obtuvo el reconocimiento de mejor actor en el Festival de Cannes de 1984 con aquel conmovedor ‘milana bonita’ del film ‘Los santos inocentes’. Si ello fuera poco, es autor del libro de memorias ‘Si yo te contara’ y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia.

Lo acontecido en Alpedrete revela un caso más de la preocupante división política, social y económica por la que atraviesa España. Y lo más preocupante, que esa división está pasando de la pugna parlamentaria a puro reto ciudadano, teniendo el odio reverdeciendo como elemento emocional. Autentica desgracia que el «do ut des» y el «y tu más» esté a la orden del día en mañana, tarde y noche.

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