Pedro Santa Brígida

Sangría poblacional

11/03/2024
 Actualizado a 11/03/2024
Guardar

El 1 de marzo de 1986 tuve el privilegio de pertenecer al equipo de periodistas que puso en marcha La Crónica de León. Treinta y ocho años después inicio mi colaboración en La Nueva Crónica con algo más de experiencia y toda mi gratitud hacia quienes han hecho posible que este hijo de aquel querido diario haya cumplido diez años y que ahora pueda opinar en él libremente. En aquel año 86 la provincia contaba con alrededor de 520.000 habitantes. Ahora no llega a 450.000. La cifra nunca ha dejado de bajar. Me rebelo contra esta sangría poblacional que ni la política, ni la economía, ni la sociedad son capaces de revertir.

La despoblación es un grave problema para la España interior. De vez en cuando escuchamos a algún dirigente hablar de medidas para mitigar la hemorragia, aunque jamás he visto resultado alguno, incluso existe un Ministerio que se apellida del Reto Demográfico, cuyas medidas al respecto no son para nada conocidas. Si es que las hay. Así las cosas y sin que haya pociones mágicas, me temo que la única opción realista es que el Estado, intervenga con políticas de discriminación positiva a favor de provincias como la de León, y otras tantas, a medio y largo plazo. Por supuesto, eso chocaría con los intereses de otros territorios más poderosos en número de votos, que es lo que manda en política.

Propongo a las tres administraciones, nacional, autonómica y local, ayudas plurianuales para grandes empresas que se instalen en la España vaciada, que se subvencione a las familias con hijos, hasta los 18 años, y que se multiplique la oferta de vivienda pública. Eso se hace derivando dinero público de tantos gastos superfluos, que abundan, por cierto. Hay que fomentar la natalidad y abrir los brazos a quienes quieran venir a aportar.

Se trata de hacer la provincia de León atractiva, no sólo a ojos de los turistas, sino también para inversores y familias con hijos en busca de oportunidades. O eso o dar por perdida la batalla poblacional y que cada cual que se busque la vida como pueda. Y dentro de cien años, todos calvos.

Lo más leído