eduardo-bajob.jpg

Se vende. Razón Moncloa

08/01/2025
 Actualizado a 08/01/2025
Guardar

Cada vez que el gobierno de Marruecos habla de España nos sobreviene una congoja y nos preguntamos: ¿Qué andarán tramando? Porque el monarca del otro lado del Estrecho, siempre viene entre exigencias con las cuales, la debilidad de este gobierno transige. Han recibido plantones, citándolos a Rabat, cuando el monarca se encontraba en París. Colocó la bandera de España al revés, ante el presidente Sánchez, el de aquí, sin que éste acomplejado moviera un dedo. En Marruecos se construyen desaladoras, que tanta falta hacen en nuestro país y también reciben dinero contante y sonante sin saber por qué.

Causa estupor la cesión irregular del Sahara Español al monarca alauita, puesto que no es Sánchez el que puede hacerlo, sino el jefe del Estado que hoy por hoy, es el Rey. Por otra parte, desoyó el dictamen de la ONU según el cual, España debería administrar el territorio saharaui hasta que se llevara a cabo un referéndum. No se hizo y Marruecos ha ido dejando que el tiempo corra a su favor, para colonizar el Sahara y conseguir que los marroquíes en masa superaran a los nativos saharauis. La misma estrategia que emplea en Canarias, Cataluña y gran parte del territorio europeo.

Pero qué es la ONU, sino un cementerio de elefantes gagás. 

Ahora les toca a Ceuta y Melilla con otra bajada de pantalones proverbial, que ni el propio gobierno acierta a explicar, como admitió el propio Bolaños. La apertura absoluta de las fronteras con estas plazas españolas –Melilla desde el siglo XV y XVII para Ceuta– va a facilitar la llegada de millares de inmigrantes y la ruina de los melillenses y ceutíes que acabarán cediendo el territorio, las viviendas, los colegios, templos, hospitales y bibliotecas.

A Marruecos se le permitirá exportar frutas, verduras, hortalizas con sus plaguicidas correspondientes, que colmarán este país, arruinarán el campo español y nos envenenarán. En contrapartida, Ceuta y Melilla, sólo podrán comerciar con los productos fabricados en estas localidades. El problema, y bien lo sabe el gobierno de Sánchez, es que en estas Plazas no hay fábricas, ni territorio para instalarlas. Los productos serán fabricados por Marruecos o China y España hará de recadera para Europa. El principal y único recurso de Melilla y Ceuta es exclusivamente comercial: Pilas, cassetes, cámaras, relojes, encendedores, móviles, artículos de cuero… Eso, al menos es lo que yo vi, durante el tiempo vivido en La Ciudad de las Tres Culturas.

El proceso colonizador seguirá y la próxima parada de esta guagua siniestra será en Las Islas Afortunadas, que por muchos años lo fueron y hoy… ¡Maldita sea mi suerte!
 

Lo más leído