Ocho leyes educativas en cuarenta años de democracia. Cuatro décadas en las que los partidos que han gobernado y la oposición no han llegado a un pacto real por la educación. Han prevalecido los intereses ideológicos a los generales de la sociedad. Es lamentable que cada partido que ha estado en el poder haya parido leyes educativas con las que pretenden generar cantera de nuevos votantes afines a sus siglas. Además, como cada pocos años cambian los inquilinos de la Moncloa y por lo tanto impulsan una nueva ley educativa, lo que han conseguido son nuevas generaciones de mutantes.
Esta semana un maestro, ya con el espolón afilado por el paso de los años, compartió en un encuentro al que asistí un ejemplo muy gráfico sobre el problema perpetuo de la bacanal de leyes educativas patrias. La falta de recursos humanos y materiales para poder aplicar una mejora real en el sistema educativo. Nos indicó que en la asignatura de valores estaban viendo la película ‘La lengua de las mariposas’, en la que Don Gregorio, un profesor de un pueblo gallego en la década de los treinta, pedía a sus superiores un microscopio para el colegio. Y se lamentaba diciendo que noventa años después, el colegio donde trabajaba seguía sin tener microscopio. Esta anécdota demuestra que nuestro sistema educativo sigue aquejado de los mismos problemas desde hace décadas. El motivo es la falta de compromiso real de nuestros dirigentes por apostar por cambios estructurales que permitan que las nuevas generaciones disfruten de la mejor formación posible.
Es inconcebible que algo tan básico como la educación esté transferida a las comunidades autónomas, dando lugar a situaciones lamentables como que dependiendo del signo político de cada comunidad se aplican o no las leyes educativas. Es decir, ni en la educación todos los españoles somos iguales. Y qué hablar de la vulneración del derecho fundamental de las familias de poder elegir que sus hijos estudien en castellano en ciertas zonas de España.
Ahora nos toca la Lomloe, pero no se preocupen, ya verán como nada más que cambie el color político del Gobierno se sacarán otra nueva normativa, que enterrará a la actual sin que ésta todavía se haya aplicado en su totalidad. Así seguiremos una década tras otra, infectando de ideología al sistema educativo y no aportando recursos, para que los profesores tengan a su disposición los medios que permitan ejercer su labor de una manera notable. Y mientras tanto, los Don Gregorio del presente y del futuro seguirán pidiendo microscopios para sus colegios.
Seguimos sin microscopios
30/10/2021
Actualizado a
30/10/2021
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