Las supuestas pretensiones de hacerle ir andando a cualquier sitio o, mejor dicho, de que en un años solamente pueda ir donde sea capaz de llegar andando, en bicicleta o patinete o montado en un coche a pilas en el mejor de los casos, cada poco trae a las ciudades alguna novedad.
Todo ello con la excusa de no contaminar, combatir el calentamiento global y toda esa retahíla de cosas recogidas en el manual del buen ciudadano que le inculcan cada día los mismos que ven con buenos ojos coger un avión para hacer un trayecto de 200 kilómetros o los que van a una cumbre de cincuenta señores pero se desplazan cien aviones.
El último capítulo de la serie ‘cómo dilapidar dinero público en bobadas haciendo creer al ciudadano leonés que es bobo’ incluye el pintado de colorines de una zona de asfalto, que a algunos alcaldes de esta nuestra querida provincia les encanta mandar pintar como si vendieran ellos mismos la pintura, y la colocación de una señal que parece el título de una película de suspense.
‘Beso y adiós’ para indicar una zona escolar donde los padres pueden llevar a los chavales con el coche, parar un segundo y que se bajen sobre la marcha para no interrumpir la circulación es la versión leonesa del ‘Kiss and ride’ que hace años se ve en algunas ciudades europeas o una copia del ‘Bica e arrinca’ que también hace tiempo que algún alcalde gallego en su afán por demostrar sus dotes de viajado llevó a su pueblo.
Una señal de tráfico debe ser clara y concisa; lo demás, cartelitos con tonterías para dejarle claro al conductor que es tonto. Pero un simple «Atención, zona escolar. Prohibido el estacionamiento y restringida la parada excepto días de colegio» o algo parecido se ve que no era suficiente para justificar el engaño de las zonas de bajas emisiones.
Un cartel que imita a una señal pero que no está recogida en el Código de la Circulación tiene tanto valor como un anuncio de relojes en una parada del bus. Pero ya puestos a inventar señales no estaría de más una de ‘Vuelvo en 10 minutos’ para aparcar, bajar y hacer una gestión que no lleva más de cinco. Muchos conductores lo agradeceríamos.