Será por San Fermín

El chupinazo de los sanfermines, conocidos en el mundo entero por su peculiar escenografía callejera, será el jueves 6 de julio. El jolgorio habrá comenzado para pamplonicas y foráneos. Veinticuatro horas después (San Fermín), otro cohete –éste con diferente explosión– se lanzará desde el salón de Plenos del Ayuntamiento de León. Habrá nueva corporación. Aunque quizás no nuevo alcalde. Es lo previsto dentro de tres semanas, una vez sustanciadas las posturas de cada actor. Especialmente la de la UPL, que es en quien se centrarán todas las miradas y análisis. Con los votos en el zurrón, los leonesistas se han convertido en el alma de la ‘fiesta’ y en los ‘amos’ del cotarro.

Ahora bien –y es de catón político–, eso tampoco les otorga patente de corso. Primero, porque deberán hilar muy fino para no caer en tentaciones perniciosas que les deshilachen las costuras en el corto plazo. Y, segundo, porque las generales están a tiro de piedra, y un error en cuanto a decidir con quién quieren conformar –o confirmar– el gobierno de la municipalidad, les puede llevar a una atmósfera contaminada. Y al respecto algo fundamental que tampoco deben olvidar. Vale más lo malo conocido –si es que lo fuera, que no es el caso– que lo ‘bueno’ por conocer, que también se conoce. Hasta las entretelas y más allá.

Los de Sendino están en situación privilegiada de exigir. Y deben exigir sin que se les disparen las pulsaciones. Con rotundidad. Poniendo sobre la mesa los objetivos que les ocupa y preocupa. A puro huevo. Y cuidado, mucho tiento, porque los cantos de sirena que les vienen soplando al oído son bisutería barata de mercadillo. Baratijas. Con la ‘doña’ de turno ni se van a entender, ni van a sentir el apoyo en sus afanes reivindicativos. Por ahí nada que hacer. Ni aunque les entregaran la Alcaldía en bandeja de plata sanjuanina, como ‘gesto’ de buena voluntad. Mejor huir de las aguas mansas, que de las bravas se libra cualquiera con dos dedos de frente.

Sin embargo, con el ‘don’ sí pueden alcanzar acuerdos saludables. Pactos que siempre respetarán las líneas leonesistas porque, aparte de matices, avanza por los mismos raíles. Por esos caminos de hierro, que, personalmente, le han costado demasiados disgustos y excesivas decepciones. Pero jamás ha abjurado de su fe. Al igual que ocurrió con aquellos valientes cristianos, que se dejaron devorar en el circo de Roma. A él también le han puesto delante de las fieras y jamás se amilanó.

Y estas son las opciones de la muchachada carmesí. Por cierto, la ‘doña’, como se habrá deducido, es la ‘aspiranta’ del PP. El ‘don’, José Antonio Diez, alcalde en funciones de la capital leonesa. La UPL sabrá quién de los dos le conviene como compañero de viaje.