Justo hoy hace una semana de un ejemplo de cómo la política pasa olímpicamente del interés público, el entendimiento y el trabajo en común, para simplemente dedicar tiempo del político de turno y sus asesores en detectar, crear y azuzar bandos. Un vomitivo espectáculo sectario al límite de la malversación y que seguramente vieron en persona o redes. Me estoy refiriendo al espectáculo de drones que precedieron a los fuegos artificiales en la víspera de San Froilán y que quedaron pendientes en las fiestas de San Juan y San Pedro, por culpa de la meteorología.
Seguro que, si no lo vieron en persona, les habrá llegado por WhatsApp o alguna red social el momento en el que los drones formaron un escudo de León para transformarse en un ¡Viva León! que se convirtió en un ‘Lexit’, en alusión a la pretensión política de dejar de formar parte de la comunidad autónoma de Castilla y León, ante la indiferencia de gran parte del público, el aplauso de unos pocos y la perplejidad de todos.
Forma parte del sentido común y de la buena educación, que en la cena de Nochebuena es mejor no sacar temas políticos, de fútbol o religión y esto es algo parecido. Una fiesta pagada con dinero público es como esa cena de Navidad en la que se junta gente de distintos puntos de vista y que se encuentran para pasárselo bien en común, compartir lo que les une y desconectar de las tensiones del día a día. Es del todo impresentable, se sea lo leonesista que se sea, utilizar el dinero de todos para lanzar en fiestas mensajes políticos con toda intencionalidad y que, si no lo es, queda a un paso de la malversación.
Ya les he dicho en otras ocasiones, que me considero un leonesista no regionalista, en el sentido de que quiero lo mejor para la tierra en la que vivo y en la que crecen mis hijos, pero tengo serias dudas de que, por un lado, la autonomía para León pueda materializarse de alguna manera y, por otro lado, fuese la solución a todos nuestros males.
Que no les líen, ese mensaje de ‘Lexit’ en la celebración del patrón de la diócesis de León, es un mensaje subliminal del señor alcalde de León que ante lo complicado que se le está poniendo a él y otros muchos en el PSOE, sufriendo en sus propias carnes el Sanchismo, realmente quiere decir ‘Socialexit’, adelantando su cada vez más probable salida (expulsión) del PSOE y queriéndose ganar el favor de los leoneses por lo que pueda pasar con su carrera política. No es nuevo, lleva estirando ese chicle desde finales de 2019 como defensa política personal y para tapar la falta de gestión.
Que no les líen, para conocer la utilidad del leonesismo excluyente, sólo tienen que mirar para la Diputación de León y analizar qué ha mejorado León desde que la UPL cogobierna la institución provincial. Todo lo contrario.
Que no les líen, cuando hablas en privado con los impulsores de la moción leonesista, son los primeros que reconocen que eso no lleva a nada y es simplemente una propuesta de intenciones, porque ni siquiera ellos conocen la hoja de ruta.