Ramzi Albayrouti

La solidaridad de los leoneses conmemora el Día de la Tierra Palestina

29/03/2024
 Actualizado a 29/03/2024
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Solidarios y simpatizantes de la causa palestina, organizados por la Red de Apoyo Mutuo (León), se preparan para conmemorar el cuadragésimo octavo aniversario del Día de la Tierra Palestina, que cae el 30 de marzo, a través de un stand de apoyo frente al Museo Casa Botines. Árabes, españoles y otras nacionalidades se reunirán para exigir el fin del genocidio que está teniendo lugar en Gaza a manos del ejército de ocupación israelí, especialmente después de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide el fin inmediato de la guerra en la Franja de Gaza y afirmar el derecho de los palestinos a defender su tierra que Israel ha ocupado durante décadas. El 30 de marzo se celebra el Día de la Tierra Palestina, un evento histórico conmemorado por palestinos de todo el mundo en honor a las almas de las víctimas palestinas que cayeron defendiendo sus tierras robadas en 1976  ..

El número 48 de este acontecimiento conocido como Día de la Tierra Palestina recuerda la Nakba de 1948 del siglo pasado, cuyos capítulos se renuevan este sábado en la Franja de Gaza con esta sangrienta guerra que se cobró muchas vidas. Decenas de miles de mártires y heridos, además del desplazamiento de cientos de miles de sus hogares que fueron destruidos, por los aviones de combate israelíes. Para no extenderles este artículo, los dejo con el discurso que tienen previsto pronunciar los organizadores del evento, del cual La Nueva Crónica obtuvo en exclusiva:

"El día de la Tierra Palestina es el día en que los palestinos de todo el mundo conmemoran anualmente los acontecimientos del 30 de marzo de 1976. Ese día el pueblo palestino ante el robo sistemático de sus tierras desde 1948 por parte del Estado de Israel, convocó una huelga general y manifestaciones. Fue la respuesta al anuncio del gobierno israelí de un plan de expropiación de gran cantidad de tierra palestina para dedicarla a nuevos asentamientos judíos. La protesta fue reprimida de forma brutal con el asesinato de siete jóvenes palestinos, cien heridos y varios cientos de detenidos.

Palestina es la tierra, el estado de Israel es el ocupante colonial. Todos los proyectos de colonialismo de asentamiento se basan en la eliminación de la mayor cantidad de población indígena posible. Para ello se activa la deshumanización y la privación de derechos y se completa con la limpieza étnica y el genocidio.

El genocidio que el ejército israelí está perpetrando hoy en la Franja de Gaza es un paso más en el proyecto imperialista y colonial europeo de fines del siglo XIX, el sionismo. Este plan contaba con el pleno apoyo del imperialismo británico que quería controlar Oriente Próximo por la cercanía al Canal de Suez (1869) y el petróleo de Iraq (1935), e impedir la creación de un gran estado árabe fuerte. Para ello crearon un estado judío.

En 1916 se hundió el Imperio Otomano y Francia e Inglaterra se repartieron sus territorios en los acuerdos secretos de Sykes-Picot. Inglaterra asumió el protectorado de Palestina por mandato internacional de la Sociedad de Naciones.

En 1917 el ministro de exteriores británico Balfour escribió al banquero judío Rotschild la conocida declaración de Balfour a favor de establecer “un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina”. Pero Palestina no era una tierra sin pueblo: más de medio millón de palestinos vivían entre el Jordán y el Mediterráneo a fines del siglo XIX.

Para convertir la zona en un estado judío había que eliminar a esa población autóctona. Los impulsos colonizadores de los países europeos son la respuesta a la crisis de fin del siglo XIX (1873) y se expresan en la Conferencia de Berlín (1885): Asia y África para los colonizadores europeos.

El sionismo es el último proyecto colonial europeo. En 1948, una matanza masiva de la población palestina, la destrucción de 500 pueblos y la deportación de más de 800.000 personas constituyeron la Nakba de los palestinos, La catástrofe. Entre 1948 y 1967 Israel desalojó 36 pueblos más. Y en 1967 tras la derrota de los árabes llamada La Naksa, Israel cuadruplicó su territorio y expulsó a otros 300. 0000 palestinos.

Con los Acuerdos de Oslo (1993) se consolidó el proyecto colonial: “la solución de los dos estados”, que fue una táctica de distracción que permitió a Israel seguir desposeyendo a los palestinos, entregar la tierra a más de medio millón de colonos en Cisjordania, y desde 2007 confinar y bloquear a 2.300.000 palestinos en ese campo de concentración al aire libre que es Gaza. Hoy solo queda una pequeña parte de la Palestina original para los palestinos, el 0,6 %, contra el que el ejército israelí usa una violencia brutal con tecnología punta de EE.UU.

Israel es el portaviones de EEUU en Oriente Medio. De ahí su apoyo y el de Europa a este genocidio con el suministro incesante de material militar y dándole pleno respaldo institucional (admitiendo el incumplimiento de Israel de todas las resoluciones de la Asamblea de la ONU, votando en contra del alto al fuego en el Consejo de Seguridad y rechazando la demanda de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia) y apoyo económico (socio preferencial de comercio de la UE) y finalmente, consintiendo la actual limpieza étnica mediante el hambre y la destrucción de las bases para la supervivencia humana en la Franja de Gaza, para deportarles completamente en una nueva Nakba, y culminar su proyecto colonial.

Existen presiones y promesas de incentivos financieros a Egipto y Jordania para facilitar el desplazamiento de los palestinos de su patria, vaciando Palestina de su población nativa con el mensaje “No detendremos la masacre y la expulsión de palestinos de Palestina, pero prometemos cierta ayuda humanitaria a los palestinos en el futuro cuando abandonen Palestina”. Pero los palestinos resistirán en Palestina incluso si Israel hiciera estallar una guerra regional y aumentara aun más la masacre. Los palestinos resistirán con los pies en la tierra, con su resistencia, con las armas que puedan tener y con los aliados necesarios y suficientes como en su día hicieron los argelinos o los vietnamitas.

Desde el comienzo de la guerra millones de personas de todo el mundo salieron a la calle contra el genocidio en Gaza porque sienten que la batalla de Gaza es la batalla de todos nosotros. La caída de Gaza sería la caída de todos nosotros ante la barbarie capitalista. El mérito de la solidaridad mundial con Gaza es haber desenmascarado a nuestro común enemigo de clase".

“Ahí donde el Imperialismo concentra sus fuerzas militares, políticas, económicas, y mediáticas, quienes resisten, lo hacen en nombre de toda la humanidad”, M. Urbano.

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