Me he dado cuenta de que, la próxima vez que tenga que escribir esta columna, nuestro compañero fotógrafo Mauricio Peña ya estará jubilado. Y aunque me da pena tener que levantar la cabeza y no verle gruñendo (perdón, trabajando) al fondo o no disfrutar más de las espectaculares fotos de esa leyenda del periodismo (nivel Gallar en la Cultural, fíjate si lo será), me da tanta envidia que aquí se acabarán los parabienes, que ya cansan tantos homenajes que va a uno por semana, y dedicaré el resto de estas líneas a meterme con él, por cambiar un poco.
Ni siquiera pediré el reconocimiento que aún no ha tenido, que es hacer el saque de honor en la Cultural tras tantas décadas haciéndoles fotos, porque dice el compañero Jorge Alonso que se «iba a cabrear un poco, aunque no mucho», así que no voy a dar ideas a nadie ni a reclamarlo.
Aunque a ver, si sobreviví a aquellas míticas fiestas de San Juan, por eso tampoco me iba a hacer nada. Pongámonos en situación: mes de junio de 2018. Llega esa festividad donde hay tantas actividades deportivas y yo, como cada año, me cojo el programa y voy intentando dar espacio a varias disciplinas diferentes a lo largo de los días mandándole a ellas. El caso es que, ya en uno de los primeros, llama Mauri, ‘oye aquí no hay nada’. Yo, ‘qué raro, viene en el programa’. Pasan los días y sucede una segunda y tercera vez. Yo ya, ‘pero estás yendo dónde pone’ y él ‘que sí hombre, cómo no voy a mirarlo’, conmigo pensando por dentro que la estaría liando. Hasta que ya, a la cuarta o quinta, hicimos una revisión profunda de qué estaba pasando y es que estaba mirando el programa de Fiestas del año anterior, y claro había cosas que coincidían porque son cada año el mismo día por lo que tardamos en darnos cuenta.
Aquella es buena, pero también la historia de por qué ese sobrenombre de ‘Talismán’ Peña con el que incluso llegó a ser acreditado a los partidos, para su cabreo al llegar a la puerta y ver que así estaba registrado en la lista. Es por la espectacular racha de partidos sin perder de la Cultural cuando él estaba en el campo. Cuando empezaba a agrandarse empecé a anotar todos los choques de su racha en un post-it y, al entrar cámara en mano en la redacción tras el encuentro, le comunicaba que procedía a anotar el nuevo encuentro en él, llegando a ser un drama cuando dos partidos seguidos en casa o fuera provocaban un cambio de turno que le apartara del Reino. A ¡24! seguidos sin perder llegó la cifra, antesde romperse en ese dramático (porque hizo que no pudiera jubilarse con esa racha abierta, ya que no ha vuelto a verla perder) 2-3 con la Segoviana.
Cómo será el tema que he buscado en el teléfono la conversación más antigua que tengo con él, de mayo de 2017, y su primera frase es «lo normal es que os den cianuro», aunque en el fondo yo creo que a los de deporte algo nos apreciaba. Desde luego, nosotros sí a él. ¡Se te echará de menos, Talismán!