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‘Tic-tac, tic-tac’. ¿Ustedes también lo escuchan?

31/10/2019
 Actualizado a 31/10/2019
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'Tic-tac, tic-tac’. ¿Se acuerdan? A alguno le sonará como de la prehistoria de la política, pero qué va, solo unos pocos años nos separan de ese sonido de reloj que llevaba Pablo Iglesias en su muñeca y que según él marcaba el inicio del fin de la etapa de Rajoy al mando del buque a la deriva en el que desde hace años se ha convertido nuestro país. Pero fíjense si es perra y canalla la política, que en unos pocos años la supuesta nueva política ya es vieja y ahora ese ‘tic-tac, tic-tac’ suena como puñaladas en los tímpanos de Iglesias y Rivera, que pretendían revolucionar la política nacional, pero que según todos los últimos sondeos se van a quedar en un bonito sueño de verano, simplemente en eso.

‘Tic-tac, tic-tac’. Así suena el paso de los segundos en el día de hoy, en el que cuando el reloj marque las doce de la noche comenzará una nueva campaña electoral. Para que luego algunos digan que no vivimos en democracia. En cuatro años hemos sido testigos de cuatro elecciones generales. O lo que es lo mismo, hemos sufrido cuatro campañas electorales, en las que los aspirantes a ocupar La Moncloa nos han torturado con sus datos manipulados, sus medias verdades y sus mentiras. Vamos, que el tormento que hemos padecido no desentonaría para nada en una versión remasterizada de la película de Stanley Kubrick ‘La naranja mecánica’.

‘Tic-tac, tic-tac’. Cada vez estamos más cerca de al menos presenciar una de las pocas novedades de la campaña electoral a la que estamos a escasas horas de dar la bienvenida. Y es que por primera vez veremos en el gran debate electoral a cinco, cuatro repetidores y un novato, no en el campo de la oratoria, pero sí en lo de compartir cartel con los Sánchez, Casado, Rivera e Iglesias de igual a igual. A este respecto, me enfrento a dos incógnitas. La primera de ellas es si el amigo Abascal irá a no perder el partido, evitando arriesgar en busca de la victoria como es ya tradición en este tipo de citas, reduciendo así el riesgo de perder por goleada o por un gol en propia puerta, o si se lanzará al ataque desde el primer minuto para conseguir ganar algún puñado de votos. La otra duda que me corroe es si la organización del debate electoral le permitirá a Abascal entrar al estudio como un verdadero emperador o general a lomos de un caballo, regalándonos una instantánea para guardar junto al resto de estatuas ecuestres que jalonan plazas, calles y parques de nuestra piel de toro.

‘Tic-tac, tic-tac’. Pero no sólo suenan los relojes en la capital del reino de España, ni en las capitales de los reinos de taifas que decoran nuestra geografía, ni en la no capital de Castilla y León. También se puede escuchar en la capital del Reino de León, donde al menos también disfrutaremos de una novedad importante respecto a la última cita electoral. Me refiero a la apuesta de la UPL por intentar tocar pelo, mejor dicho cuero, de un sillón del teatro castizo en el que se ha convertido nuestro Congreso de los Diputados. La gesta de los leoneses necesitaría la complicidad de más de 50.000 paisanos, lo que significa duplicar los más de 26.000 votos que recibieron en las últimas autonómicas. No es sencillo, pero en política nada es imposible. Además, salvo que cambie mucho la historia, es ahora o nunca, ya que el hartazgo de muchos leoneses votantes tradicionalmente de partidos nacionales es tan grande que puede darles el empujón final a cambiar de papeleta y coger la del león rampante.

‘Tic-tac, tic-tac’. Así deben sonar los dos despertadores de las mesitas de noche del dormitorio de las Montero y las Sánchez. Irene y María Lucía ‘Malú’ tienen la difícil tarea de convencer a sus respectivos de que el segundero no avanza velozmente hasta el día 10 por la noche, momento en el que quizás se detenga un instante, para después saltar por los aires escenificando la explosión y, por lo tanto, el final de dos bombas de relojería que venían a revolucionar la política española, pero que por errores propios se han explosionado ellos mismos antes de tiempo. Además, paradójicamente el destino ha querido que a ambos les hayan salido dos primos bastardos que han fragmentado aún más el voto que creían suyo. Primero fue Vox para los de Rivera y ahora es Más País para los de Iglesias. Para que luego digan que desapareció el bipartidismo. Llámenme loco, pero al final yo veo que estamos como hace años. Tres partidos a la izquierda, tres partidos a la derecha y luego los nacionalistas pescando en río revuelto. Más participantes, eso sí, pero mismo resultado final.

‘Tic-tac, tic-tac’. Tómenselo con paciencia y resignación. Voten a quienes consideren o no pisen su colegio electoral. Déjense engañar por quienes ustedes prefieran. No se olviden de que por suerte la campaña electoral tiene fijada ya la fecha de su final. Pero eso sí, si ustedes también escuchan ‘tic-tac, tic-tac’, no es que tengan cerca a algún político, es mucho peor, querrá decir que están escuchando el final de la cuenta atrás del reloj de un proyecto de país llamado España. Y luego ya saben lo que viene, el silencio más absoluto.
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